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San Pedro y San Pablo Ayutla.– La situación que viven los 3 mil habitantes de San Pedro y San Pablo Ayutla por la falta de abastecimiento de agua potable a causa del despojo de su manantial desde el 5 de junio de 2017 se ha tornado crítica y desesperada para este comunidad ayuujk (mixe) de la Sierra Norte de Oaxaca, por lo que su autoridad municipal, que se elige bajo su Sistema Normativo Indígena, ha convocado a una asamblea comunitaria urgente para que la población decida sobre cómo abastecerse del líquido.
Dicha asamblea está convocada a realizarse este miércoles a las 10 de la mañana y el único tema a tratar será el abastecimiento del agua potable para los habitantes de la cabecera, según se escucha en un mensaje difundido por el presidente municipal Jesús Galván Rojas, mediante un perifoneo en los altavoces de la comunidad.
“Pasado mañana miércoles, a las 10 horas de la mañana, nos concentramos en el auditorio municipal para tratar el único asunto, que es la necesidad del abastecimiento de agua potable para los ciudadanos y ciudadanas de la cabecera municipal. Esperamos su puntual asistencia y podamos avanzar y terminar a buena hora y continuar con sus actividades cotidianas”, se escucha en el mensaje captado por EL UNIVERSAL mientras realizaba un recorrido por la comunidad.
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Desde hace mil 394 días, esta población ha enfrentado la falta de agua potable luego de que un grupo armado de su comunidad vecina, Tamazulápam del Espíritu Santo, se apoderó de las tierras donde se asienta el manantial que los abastecía, ataque en el que fue asesinada una persona y cuatro mujeres fueron secuestradas y torturadas. Del lado de Ayutla, todos estaban desarmados. Desde entonces no hay un sólo detenido.
Esta “era de la sed” se ha extendido en Ayutla durante toda la pandemia de Covid-19 , –donde las medidas sanitarias se consideran una de las estrategias primordiales para mitigar los contagios del virus–, pese que desde abril del 2020 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió medidas cautelares a favor de la comunidad, para que autoridades estatales y federales garanticen el acceso al agua potable y evitar así “un daño irreparable y preservar el ejercicio de los derechos humanos”, como el derechos a la vida, a la salud y al agua.
Y pese a que en diciembre pasado la Comisión Estatal del Agua (CEA) y el gobierno de Oaxaca inauguraron un pozo profundo, con una inversión de 4.9 millones de pesos, con el que se proyectaba poder abastecer a toda la población, incluso en tiempo de sequía, pero que de acuerdo con testimonios de pobladores recolectados por este medio, no da abasto para toda la cabecera y nunca ha logrado cubrir la necesidad del líquido.
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“Es una situación muy difícil la que estamos viviendo desde hace 3 años con 8 meses, ese el tiempo que Ayutla lleva batallando, todo el pueblo, a partir del despojo de Tamazulápam y nunca habíamos experimentado una falta de agua tan grave, tan terrible, esa es la palabra.
Cada época, sobre todo en este tiempo de sequía, es cuando más le sufrimos. Yo, como ama de casa, paso muchas tribulaciones, me he enfermado y caído en cama durante semanas por acarrear agua”, denuncia una mujer de la cabecera de la comunidad.
Para lo habitantes de Ayutla la convocatoria a esta asamblea indica que la autoridad municipal está reconociendo que la situación que vive la población es “crítica y urgente”, pues no recuerdan cuándo fue la última vez que se les convocó a una asamblea urgente para que la comunidad decida cómo abastecerse, sobre todo después de que se afirmó oficialmente que con el pozo profundo se acabaría la sed, lo que finalmente no sucedió pues según han documentado en videos, pues en esta época de estiaje es apenas un pequeño chorro de agua el que cae al tanque del pozo y por ende, a quienes les alcanza a llegar, apenas lo hace una hora cada semana.
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“La verdad es esa, no tenemos agua en Ayutla. El manantial es de nosotros, está documentado, no podemos aceptar que nos nieguen la verdad. Esperamos que nos hagan la reconexión, urgentemente. No podemos seguir así, porque el agua es vida, y nosotros queremos seguir viviendo, por exigimos que nos hagan la reconexión de nuestro manantial”, dice esta ama de casa quien recuerda que en diciembre autoridad municipal aceptó la construcción del pozo, pero que la población siempre ha estado consciente de que no tiene suficiente agua.
Este domingo EL UNIVERSAL publicó que la falta de agua incluso obstaculiza las obras del gobierno federal en la comunidad, pues los padres de familia no cuentan con el líquido para la construcción de una barda perimetral de 44 metros en la primaria , que se levanta con los 200 mil pesos que les fue entregado como parte del programa de la Escuela es Nuestra, pero que para realizar las obras deben acarrear agua en pipas desde el manantial que les fue despojado, pese al riesgo de otro ataque armado.
El llamado de Jesús Galván Rojas, el presidente municipal de Ayutla, para que en asamblea la comunidad analice el problema de desabasto se da también luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró en su conferencia matutina del 24 de marzo que él tenía “otro datos”, sobre la urgencia del líquido para este pueblo indígena, pues tenía conocimiento que la comunidad ya contaba con un pozo. Y pese a que el gobernador Alejandro Murat, al ser consultado, dijo que el abasto de agua era normal, lo cual “estaba avalado por el propio presidente municipal y el Comité del Agua de Ayutla”.
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