Cancún.— La presencia de una caverna en el fondo marino del obligó a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) a construir dentro del Puente Vehicular Nichupté otro “puente”, a fin de salvar esa oquedad y garantizar la seguridad de la colosal estructura que cruzará este inmenso cuerpo de agua para comunicar a la zona hotelera con la ciudad de Cancún.

Al margen de sus polémicas, esta plataforma que se construye desde el verano de 2022 es vista, desde diferentes planos, como una alternativa para desahogar el tráfico del boulevard Kukulkán, única arteria vial que enlaza a la ciudad con su zona turística, y como una vía de seguridad para evacuar ante la amenaza de huracanes.

La caverna encontrada es una de esas peculiaridades del sistema kárstico que caracteriza a la región, tiene un diámetro de 70 metros y una profundidad que ha sido imposible determinar con un dispositivo llamado SONAR, que funciona a partir de ondas ultrasónicas que permiten localizar objetos bajo el agua.

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En entrevista, Jorge Santiago Martínez, residente de obra del puente Nichupté, explicó que lo más que se pudo bajar con el SONAR fueron 80 metros, aunque esa no es su profundidad real.

Para brincar la caverna la dependencia federal ha tenido que instalar pilotes reforzados para construir y montar, sobre la misma ruta que lleva el puente, “un puente en arco prefabricado”, cuya longitud alcanza los 103 metros.

“El puente tiene una longitud de 103 metros; es un puente metálico para poder salvar la caverna que tiene 70 metros de ancho y una profundidad de 80 metros aproximadamente”, precisó.

La caverna fue encontrada prácticamente al comenzar la obra, cuando iniciaron los sondeos para verificar los estratos y el suelo.

“Detectamos una cavidad que no pudimos determinar en su momento, hasta posteriormente que se hicieron los estudios. Se metió el SONAR y pudimos determinar mediante imágenes en tercera dimensión la profundidad y la forma de la caverna”, detalló.

Al mes de mayo, la fabricación del puente en arco llevaba 45% de avance, indicó Guido Mendiburu, delegado de la SICT en Quintana Roo.

“Ya están listas las zapatas y estamos en espera de que lleguen los artefactos marítimos para armar la barcaza de montaje de la estructura”, explicó Mendiburu.

El funcionario dio a conocer que el puente en su totalidad lleva 51% de avance y se espera que se termine en agosto de este año.

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Se dispara costo

Básicamente, el proyecto del puente Nichupté consiste en una estructura de 8.8 kilómetros de longitud, con 14.9 metros de ancho, tres carriles, dos entronques de acceso y cruzará el Sistema Lagunar Nichupté, para conectar a la zona hotelera de Cancún con la ciudad.

Estará sostenido por 660 pilas, cada una con 1.7 metros de diámetro, con 200 ejes de apoyo, separados unos de otros a una distancia de 50 metros, fundamental para no alterar la hidrología superficial, se informó durante la reunión pública de información celebrada el 18 de mayo de 2022, cuando se presentó el proyecto a la comunidad.

En ese momento el puente en arco prefabricado no estaba contemplado y, junto con otra serie de medidas de corte ambiental para mitigar o evitar impactos en esa materia, han elevado el costo integral de la obra en 2 mil 267 millones de pesos, pasando de 5 mil 580 millones a 7 mil 847 millones de pesos.

Originalmente la construcción del proyecto fue licitada por la SICT, que declaró desierto el concurso el 7 de junio de 2022. Sin embargo, el 27 de ese mes adjudicó la obra a Ingenieros Civiles Asociados (ICA) cuya propuesta económica iba por 5 mil 570 millones de pesos, quedando por debajo de los 5 mil 580 millones de pesos registrados en la cartera de proyectos de inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Ahora participan tres compañías más relacionadas con las medidas y programas ambientales y de supervisión, bajo la vigilancia de la propia dependencia federal.

Las empresas encargadas de las medidas ambientales son SEGA, GAJA-GEIC y BIOTA-ICOP, bajo el seguimiento y control de SELOME-GEOBIOS, con un reporte global de cumplimiento de 77.38%.

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El puente tiene una longitud de 103 metros; es una estructura metálica para poder salvar la caverna que tiene 70 metros de ancho y una profundidad de más de 80 metros. Foto: Adriana Varillas
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El 10 de abril de 2023 el titular de la SICT, Jorge Nuño, declaró públicamente que el costo del proyecto se había elevado a 7 mil 056 millones de pesos, cuando apenas llevaba un avance físico de 14%. El aumento se atribuyó a los costos ambientales.

La dependencia había argumentado que una de las razones del sobrecosto era la “modificación del proyecto” en 103 metros por “una zona de karsticidad”.

Casi un año después el costo volvió a dispararse, llegando a 7 mil 847 millones de pesos, de acuerdo con el monto de registro en SHCP.

En entrevista, Guido Mendiburu, explicó que, de esa cantidad, 6 mil 890 millones de pesos corresponden sólo a la obra. “Obviamente había que inscribirlo para obtener el registro en la cartera de Hacienda. Ahí dio un costo inicial de 5 mil 580 millones de pesos. Ese costo comprendía nada más lo que es la construcción del puente, la supervisión y la coordinación de supervisión”.

Detalló que “a raíz de que ya tenemos la MIA (Manifestación de Impacto Ambiental) autorizada y las condicionantes, se opta por tener labores de mitigación y van surgiendo otros detalles. Entonces se modifica el registro de Hacienda y cuando habla el secretario [Jorge Nuño] habla de 7 mil 052 millones, pero cuando se hace el estudio de costo beneficio y se registra de nuevo en la cartera, aparece con los 7 mil 847 millones”, ahondó.

El funcionario aseguró que lo anterior no significa que el puente en sí cueste los 7 mil 847 millones.

“Es la obra más todo lo relacionado con la obra”, subrayó, al mencionar los trabajos de mitigación, los estudios ambientales, el estudio costo-beneficio y el arco metálico.

“El puente en arco metálico es un contrato nuevo que tenemos para poder brincar la caverna. De hecho, ya llevamos siete contratos adicionales al original, que son los tres de mitigación, supervisión ambiental, el de costo beneficio, el del arco metálico y el ambiental. Uno de los grandes problemas que hemos tenido aquí y se sabe, es el de la karsticidad. Esa caverna… ¡híjole! Es lo que más trabajo nos ha dado, la karsticidad”, admitió, al señalar que, como esa cavidad, podrían surgir más.

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Cancelada donación de terrenos

El 18 de mayo de 2022, cuando se presentó el proyecto, como parte del proceso de consulta pública, el entonces director del IDEFIN, Eduardo Ortiz Jasso, promotor original del puente, ofreció que el gobierno de Quintana Roo donaría más de 90 hectáreas de manglar para sumarlas al Área Natural Protegida Manglares de Nichupté, para compensar probables afectaciones, además de los programas de rehabilitación.

Sobre la donación de Ortiz Jasso se señaló que “no había la certeza jurídica de los terrenos. No sabíamos si eran del estado, de la federación. No conocíamos y al no tener certeza jurídica no podíamos entrarle. Lo que se hizo en lugar de esa donación de hectáreas, fue incluir dos programas: El monitoreo de cocodrilos y de aves, se incluyeron en lugar de lo que el gobierno del estado comentó”, expresó.

Los programas

Los programas ambientales aplicados como parte de las medidas de mitigación ofrecidas a la Semarnat, más las relacionadas con el cumplimiento de condicionantes impuestas por la dependencia en diciembre de 2022, al aprobar el proyecto, son 10.

Está el de supervisión y gestión ambiental; uno de manejo integral de vegetación, para el cual se instaló un vivero temporal, con 7 mil 720 plantas nativas rescatadas, con 36 especies, cinco de ellas en categoría de protección.

Otro programa incluye 44 especies de fauna silvestre terrestre y 194 organismos acuáticos rescatados y reubicados; uno más de rehabilitación y mejoramiento ambiental; otro de monitoreo, el de gestión social; y el piloto para la recuperación de pastos marinos, con 2 mil 068 núcleos. Además el subprograma de monitoreo de avifauna; el de monitoreo de cocodrilo y el programa de vigilancia ambiental externa.

En el desmonte de vegetación para la apertura de canales, se abrieron 26.72 kilómetros de canales, pero en zonas donde el mangle es restaurado para restablecer el flujo hidrológico y rehabilitación ecológica.

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