Irapuato, Gto.- El obispo diocesano, Enrique Díaz Díaz, señaló que en Irapuato hay más presencia de la Guardia Nacional y del Ejército, “más seguridad en apariencia”, sin embargo los crímenes se siguen cometiendo de día y de noche, como la matanza de este sábado en el centro botanero “El Pantano”, d e la colonia 12 de Diciembre, de esta ciudad.
Expresó dolor e impotencia ante los homicidios de doce personas, seis mujeres y seis hombres, y su cercanía y oraciones para los familiares de las víctimas. Advirtió que no se puede asumir una actitud indiferente ni pasiva ante lo que no se entiende.
El prelado recordó el ataque armado registrado en el centro de rehabilitación para adictos “Recuperando Mi Vida” de la comunidad Arandas, en Irapuato, el 1 de julio de 2020, con un saldo de 27 jóvenes asesinados. Dijo que han pasado dos años de esa tragedia y persiste la violencia criminal.
Vemos con tristeza que en estos días ha habido masacres en muchos lados, dijo.
“No ha podido hacerse mucho en este sentido y se han suscitado masacres en Tarimoro, Celaya, Silao, aquí mismo (Irapuato); la presencia de militares, de la Guardia Nacional, y lo que dice el gobernador o las autoridades no aseguran disminución de crímenes”, lamentó.
El obispo señaló que ante ese escenario como Iglesia seguirán insistiendo y clamando justicia y derecho a la vida de todos, pero especialmente para los más débiles y violentados en sus derechos fundamentales.
Visiblemente consternado, comentó que en visitas pastorales recientes los sacerdotes y feligreses le han manifestado sobre la inseguridad e incluso se ha hecho mención de zonas calientes, como ocurrió en la colonia San Javier de la ciudad de Salamanca.
El prelado reiteró que es necesario comprometerse en la construcción de la paz.
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