Desde Querétaro, nos platican que tremendo debate generó la diputada local Elsa Méndez Álvarez (PES), tras acusar a la Secretaría de Cultura federal de “pervertir” a las infancias por incluir entre sus actividades a distancia —para celebrar el 30 de abril— la transmisión de un fragmento de la obra de teatro Príncipe y príncipe, que relata la historia de amor entre un monarca y su enamorado. Pero eso no fue todo, nos dicen, pues la legisladora, conocida por sus iniciativas “provida”, señaló también a la Federación por usar como “distracción” el Covid-19 para promover la ideología de género. Tras ello, nos dicen, desde diversas trincheras acusaron que sus declaraciones como servidora pública iban contra derecho y eran clara manifestación de discriminación a la comunidad LGBTTTIQ+, con la que también se identifican niñas y niños. Ojalá se hiciera el mismo escándalo por los casos de pederastia o pornografía infantil, le reviraron por ahí.

De cubrebocas y críticas “positivas”

Nos dicen que el senador Samuel García (MC) salió a defenderse de quienes acusaron a él y su esposa, la influencer Mariana Rodríguez, de lucrar con material médico profesional. Fue a través de sus redes sociales, nos detallan, que don Samuel explicó que doña Mariana intentó apoyar a un grupo de emprendedores, por lo que promovió la compra de algunos insumos como guantes de cirugía y cubrebocas KN95, no obstante —dijo— tras recibir “críticas positivas”, la influencer cayó en la cuenta de que quienes necesitan esos insumos son los médicos, por lo que, para enmendarse, donó 500 cubrebocas a hospitales del estado. Asimismo, el emecista rechazó que la presunta empresa fantasma que comerciaba con esos materiales fuera de alguno de sus familiares. Por cierto, nos indican que entre que son peras o manzanas, la polémica distribuidora se esfumó de las redes sociales, y en su sitio web no aparece ya su domicilio legal.

Ante Covid-19, edil “amenaza” cantando

Desde Hermosillo, Sonora, nos cuentan que desesperada por no saber qué hacer con quienes no respetan las medidas sanitarias ante la propagación del Covid-19, la alcaldesa Célida López Cárdenas (Morena) se animó a convertirse en “cantautora” para compartir con sus seguidores de redes sociales una canción, cuyo fin fue conminarlos a cumplir la cuarentena obligatoria, que generó gracia y todo tipo de comentarios, pues sin afinar la voz ni su guitarra, la edil amenazó: “Quédense en su casa o los voy a multar, quédense en su casa, por favor, tan tan tan... si no se queda en casa lo voy a multar, si no se queda en casa lo voy a arrestar”. Ante la crisis, medidas desesperadas y al buen entendedor pocas palabras, nos mencionan.

Susana Distancia y el góber animado

Y quien al parecer le quiso hacer segunda al subsecretario de Salud federal, Hugo López-Gatell, en eso de dirigirse a los más pequeños de la casa, nos comentan, fue el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo (PAN), luego de que en el contexto del 30 de abril su equipo lanzara un video en el que él y su familia fueron caricaturizados, a fin de explicar a niñas y niños las medidas que deben tomar ante la pandemia por coronavirus. El tema, nos dicen, es que en dichas imágenes en todo momento se aprecia el logo de la administración estatal, por lo que hubo quien sugirió que hay quienes ni en caricatura pierden la oportunidad de promoción política. ¡Qué tal!

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