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El joven Raymundo Luna Pérez, de 18 años de edad, que el pasado 3 de diciembre ingirió un herbicida, porque se encontraba “abatido por el conflicto” por límites territoriales que viven tzotziles de Chalchihuitán y Chenalhó, falleció el domingo a las 16:00 horas.
Observadores de organismos de derechos humanos que trabajan en la zona de conflicto, confirmaron que a las 16:00 horas, Luna Pérez pereció en el cuarto donde su familia lo mantenía desde hace varios días, solo cubierto con una cobija y con medicinas que le dio el hospital de Las Culturas de San Cristóbal de las Casas.
Los observadores explicaron que Raymundo perdió la vida como consecuencia de haber ingerido herbicida el pasado 3 de diciembre, cuando se encontraba en su parcela, en los límites de la zona en disputa entre habitantes de Chalchihuitán y Chenalhó.
Los padres de Raymundo, Mariano Luna Gómez y María Pérez Pérez, perdieron el 3 de julio del 2015, a otro hijo, Salvador Luna Pérez, de 16 años de edad, que fue muerto a tiros en las inmediaciones de la franja territorial en disputa.
Raymundo perdió la vida debido a las complicaciones que presentó en el aparato digestivo, como consecuencia de haber ingerido herbicida que tomó con aguardiente de la marca Charrito el pasado 3 de diciembre.
Horas después de que fue hallado aun con vida, el joven había sido dado como fallecido por los organismos que se encuentran en la zona, pero después corrigieron y dijeron que había sobrevivido.
La familia de Raymundo no quiso dejar su hogar, a pesar de que es la zona donde más hostigamiento de los grupos armados ha ocurrido.
Mariano dijo que se quedaron en casa, pese al peligro que corren y desde hace varias semanas, solo han recibido “una caja de despensa alimenticia” de parte del gobierno.
Raymundo era un joven agricultor dedicado a la siembra de maíz, frijol y café en el predio que se encuentra en una ladera justo donde están los límites territoriales entre Chalchihuitán y Chenalhó.