Monfalcone, Italia.— Directivos de la empresa Monfalcone Shipyard Fincantieri confirmaron una inversión de 150 millones de dólares para la construcción en Yucatán de un astillero, en el proyecto de ampliación y modernización del puerto de altura de Progreso.
Así fue ratificado al gobernador Mauricio Vila Dosal por Cristiano Bazzara, vicepresidente de Monfalcone Shipyard Fincantieri, y Paolo Tosi, director de Recursos Humanos de la compañía, durante la visita que realizó a los astilleros de esta empresa.
El mandatario estatal realiza una gira de promoción económica por varios países europeos y sus primeras reuniones fueron con los directivos de las empresas Fincantieri, Marine Interiors y ANPA dedicadas a la manufactura de camarotes prefabricados y cabinas húmedas de cruceros.
También dialogó con Francesco Paoli, director de Techos y Montajes de la empresa ANPA, firma dedicada a la fabricación e instalación de productos del sector naval y de la construcción.
Posteriormente, en la ciudad italiana de Pordenone, el mandatario Vila Dosal se reunió con Lino Cezza y Pierlugi Battini, directivos de la firma Marine Interiors y recorrió la división de manufactura de zonas comunes y públicas de cruceros de esa empresa.
Tanto ANPA como Marine Interiors forman parte de la cadena de valor de esta industria, por lo que una vez que se instale Fincantieri en Yucatán, serían de las empresas que podrían llegar al estado para seguir ofreciendo más oportunidades de empleo.
Además, con este viaje se busca volver a los proyectos que se tenían antes de la pandemia de Covid-19 y, con las enseñanzas y experiencias que dejaron los meses de inactividad, explorar nuevas formas de inversión.
En la gira se confirmarán proyectos y planes de inversión en áreas de infraestructura portuaria con la construcción de un astillero en el puerto de Progreso.
Asimismo, hay el planteamiento de expandir esas actividades al campo de cabinas para uso sanitario para cruceros y soluciones de barcos para el equipamiento interior.
Fincantieri tiene en Yucatán el proyecto de realizar en el puerto de Progreso la construcción de un nuevo astillero de reparación, conversión y mantenimiento de barcos, que incluiría la fabricación de dos muelles de mampostería que serían los dos más grandes de Latinoamérica, con una inversión, en su primera etapa, de 150 millones de dólares.
