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Morelia.— El gobernador Silvano Aureoles Conejo informó que fue encontrada sin vida Xitlali Elizabeth Ballesteros Heredia, de 31 años, desaparecida en Morelia desde el pasado 30 de septiembre.
El mandatario michoacano aseguró que, como con el caso de Jessica, su gobierno no va a escatimar recursos para coadyuvar con las autoridades investigadoras “a fin de dar con el o los responsables de estos cobardes hechos y seguir trabajando hasta que logremos un entorno digno y seguro para las mujeres”.
De acuerdo con fuentes oficiales, Xitlali Elizabeth Ballesteros Heredia fue encontrada muerta en el estado de Guanajuato, en el municipio de Valle de Santiago, cerca de los límites con Michoacán, a 91 kilómetros de Morelia, donde radicaba.
El cuerpo fue abandonado envuelto en una cobija y con bolsas de plástico en una brecha que comunica al poblado de Hoya de Álvarez.
“No se metía con nadie”
Minutos antes de darse a conocer el hallazgo del cuerpo, sus familiares pidieron el apoyo de la ciudadanía para localizar a la enfermera de profesión y a quien describieron con detalle.
Lucina, su madre, recordó que fue vista por última vez con vida al salir de su casa, en el fraccionamiento Paseo de las Gaviotas, de la zona residencial de Altozano, cuando fue a pagar el agua cerca de las 14:00 horas; media hora después se reportó que ya iba a su casa para comer con su hijo y ya no regresó.
Lucina expuso que la última ubicación que arrojó el teléfono celular de Xitlali fue atrás de un hospital privado y que el vehículo en el que viajaba su hija fue encontrado en una comunidad del municipio de Cuitzeo.
Xitlali era una mujer de 31 años de edad, de profesión enfermera y estaba casada con un médico que enfrenta una lucha contra el cáncer.
Tenía un hijo de 11 años y recientemente acababa de obtener una plaza en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde era parte del equipo de la primera línea de atención a pacientes con Covid-19.
Lucina Heredia señaló que su hija no tenía vicios, era una persona muy tranquila y no tenía problemas con nadie.
“El trabajo humanitario que ella estaba haciendo en la atención de salud no se está realizando ahora; nos falta una enfermera”, dijo otra de sus familiares.
Anoche, colectivos feministas se reunieron en en silencio afuera del Palacio de Gobierno de la zona centro para exigir justicia por la muerte de Xitlali.