Xalapa.— En las principales ciudades de Veracruz, en sus plazas públicas y zonas comerciales, ríos de gente caminan haciendo su vida diaria, como si la pandemia del Covid-19 fuera parte de un pasado muy lejano.
En las colonias populares, los puntos comerciales, con sus verdulerías, abarrotes, talleres mecánicos y un mundo aparte, funcionan como un reloj suizo.
En la periferia o en los fraccionamientos de lujo, la gente se mimetiza a la distancia en fiestas privadas, donde el alcohol y la música borran vestigios de un virus que ha matado a casi 6 mil veracruzanos e infectado a más de 40 mil.
Desde hace semanas, quizá meses, esos escenarios se repiten en Xalapa, Veracruz, Boca del Río, Córdoba, Coatzacoalcos, Minatitlán, Poza Rica, Tuxpan, es decir, de norte a sur hay un desafío constante al Covid-19.
Los cubrebocas, con todo tipo de diseños, desde el más barato hasta el más nice no faltan, aunque quien lo porte lleve la nariz de fuera. Por su parte, las fiestas son privadas y la policía nada puede hacer a pesar de la queja de los vecinos.
Un sector se protege, cuida a los suyos y lleva con cautela la pandemia. Restaurantes aplicaron protocolos de sanidad, redujeron su aforo para intentar sobrevivir a la crisis.
Transportistas se sometieron a desinfecciones constantes; changarros impusieron el gel y cubrebocas como los atuendos y menjurjes obligatorios.
Por eso, el anuncio de que Veracruz pasó a semáforo epidemiológico verde cayó como una broma en redes sociales, donde el folclor jarocho afloró en su máxima expresión con memes y mensajes escatológicos.
La máxima jarocha lleva semanas aplicándose en las zonas costeras: los shorts, las chanclas y las chelas para la playa.
Los bikinis, cuerpos medio esculturales y panzas cheleras han sido la constante durante meses en las playas, sobre todo de la zona turística de Veracruz-Boca del Río.
Algo deben intuir desde el poder, porque la Secretaría de Salud del gobierno de Veracruz llamó a la población a no bajar las medidas sanitarias para contener el Covid y advirtió que no habrá ningún cambio a pesar del cambio a semáforo verde.
El titular de la dependencia, Roberto Ramos Alor, el mismo que se somete a limpiezas de chamanes para las buenas vibras, informó que se mantendrán las mismas medidas sanitarias durante cuatro semanas en semáforo verde y sólo entonces se podrán modificar.
En Veracruz no importa el color del semáforo, no importa que 36 municipios estén en naranja (riesgo alto), 94 en amarillo (riesgo medio) y 82 en verde (riesgo bajo). La vida sigue y más ahora, total, ya somos verdes.