Desde Zacatecas nos platican que el gobernador David Monreal Ávila (Morena) aún no cumple un año de mandato y el pueblo ya le hizo ver lo que piensa de su gobierno y la seguridad. Nos relatan que don David asistió a la inauguración de temporada de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP) en el Gimnasio Marcelino González, donde al ser presentado, se soltó tremenda rechifla y abucheos, pero no fue el único, pues también le tocó “música de viento” al alcalde de la capital Jorge Miranda Castro (Morena-PVEM); y la que salió mejor librada fue la presidenta honorífica del DIF estatal, Sara Hernández, por lo que varios comentaron que al parecer los zacatecanos le reviraron a don David aquello que siempre decía a los cuatro vientos en campaña: “¡Amor con amor se paga!”.
¿Castigan a buscadoras?
Quien no ha salido del “ojo del huracán” desde su toma de protesta en febrero de 2020 en Sonora, nos cuentan, es el titular de la Comisión Estatal de Búsqueda, José Luis González Olivarría, ya que el colectivo de las Madres Buscadoras de Sonora ha exhibido su falta de empatía con ellas, pues acusan que les niega toda clase de apoyo, convirtiendo el tema en algo personal contra la líder Ceci Patricia Flores Armenta, quien ha solicitado su renuncia ante el gobierno del estado, pero su petición ha quedado sin respuesta, por lo que doña Ceci llevó su queja al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández (Morena), a ver si tiene algún efecto. ¡Qué tal!
Se inicia disputa por las momias
En Guanajuato, el que está “que no lo calienta ni el sol”, nos comparten, es el alcalde de la capital, Alejandro Navarro Saldaña (PAN), luego de que el gobierno federal puso en su radar a las momias, pues el INAH amagó al ayuntamiento con tomar el control de 60 de los 117 cuerpos áridos que integran la colección. Nos indican que la dependencia federal informó al municipio que enviará un equipo de expertos para verificar el estado de conservación y deberán emitir un dictamen; además, por si eso fuera poco, el hospedaje y la alimentación de sus enviados deberá correr a cargo de las arcas municipales y se estima que el trabajo podría durar hasta cuatro meses. A ver si les incluyen una “callejoneada”.