.— “No quiero verlo en un mural, quiero verlo aquí conmigo”, es lo que dice Daniel Alejandro Durán Calderón, hermano de César Gonzalo Durán Calderón, Chalo, un joven desaparecido desde el 19 de julio de 2011, en un poblado cerca del municipio de Cuauhtémoc.

A 12 años de su desaparición, su rostro fue plasmado en las paredes del Memorial Permanente de Personas Desaparecidas que se instaló en el Parque Borunda.

El rostro de Chalo, quien tenía 26 años al momento de su desaparición, fue pintado por el colectivo juarense, El Infante de las Flores, y en él se puede observar la frase “Unidos para encontrarlo”. También se plasmaron cosas que disfrutaba, como el box, los caballos, la mecánica, sus hijos y su esposa.

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Así como el rostro de Chalo, también está plasmado en la misma pared el de Daniel Armando Guzmán Ramos, y en algunos postes están las imágenes de otros desaparecidos más, como la de la joven Esmeralda Castillo Rincón.

La intención de esta acción es recordar a las personas que por diversas situaciones han desaparecido y de las cuales hasta hoy no se tiene rastro de su paradero.

El ver el reciente mural en la pared con el rostro de Chalo, a decir de su hermano Daniel Alejandro, les ha dejado enseñanzas que van no sólo en la búsqueda, sino en cuestiones legales, de rastreo, entre otros aspectos, a 12 años de no saber de él.

Daniel es coordinador del Colectivo Familias Unidas por la Verdad y la Justicia, y para él y su familia los 12 años de búsqueda de su hermano han representado un camino de subidas y bajadas, pero continúa el objetivo de encontrar a su ser querido, ya sea con o sin vida.

“Nos ha caído el 20 de que cada que nosotros nombramos a una persona, es como se le da seguimiento a la investigación, por eso siempre se hacen acciones públicas. Esta acción [los murales] es parte de otras que se han hecho en el parque, que lo hemos renombrado Memorial Permanente de Personas Desaparecidas; hay dos o tres rostros más”, afirma Daniel Alejandro en entrevista.

“Hay momentos muy esperanzadores, como cuando hemos encontrado a personas ausentes con vida. Representa el caminar con las familias, aprender de ellas. Representa esperanza en muchos sentidos y muchos momentos de dificultad, la mayoría de las familias estamos casi todo el tiempo con mucho desgaste de estar empujando a las autoridades y muchos procesos revictimizantes”, comenta.

Para la familia de Chalo, como para quienes integran el colectivo de Familias Unidas por la Verdad y la Justicia, el mural es el resultado de platicar con las familias y de mantener las memorias vivas de sus desaparecidos.

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“Tiene mucho significado lo que representa cada mural, es una memoria viva que exige, es un acto político de decir ‘aquí está su rostro, aquí está esta persona’”, asegura Daniel Alejandro.

Refiere que los casos de desapariciones en Ciudad Juárez continúan en incremento, y en la actualidad los casos son cada vez más de personas jóvenes, e incluso, en algunos llegan a ser de personas en movilidad.

“Son muchas más desapariciones, hombres y mujeres, más hombres y cada vez más jóvenes, y por diferentes circunstancias. Ahorita en el contexto migrante, hay muchas personas migrantes a quienes están desapareciendo, los están secuestrado, y en ese sentido podemos decir que las desapariciones siguen en aumento”, señala Durán Calderón.

Por esa razón, el colectivo, junto con las familias, seguirá trabajando para ampliar la cantidad de rostros pintados de personas desaparecidas en la frontera, ya que la barda donde se están plasmando es de una escuela local que les dio el permiso para ello.

“Habrá personas que no quieran poner el rostro de su familiar, pero alguna frase o signo de él, sí; es lo que sigue, estamos buscando el recurso, el cual sale de las familias; en algunos casos el mismo material, y pagarle a las personas que lo hacen, y en eso es en lo que nos empeñamos, que las familias se sigan apropiando del lugar”, indica.

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