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Guadalajara.— Antes de ser sepultado, el exgobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, asesinado la madrugada del viernes en un bar de Puerto Vallarta, fue homenajeado en el Palacio de Gobierno, el Congreso del estado, el ayuntamiento de Guadalajara y la sede estatal del PRI.
En cada sitio, amigos, familiares y políticos lo recordaron como un hombre de Estado y exigieron justicia para que su homicidio no quede impune.
En el Palacio de Gobierno, el cuerpo del exmandatario fue recibido con aplausos.
Lorena Arriaga, viuda del exmandatario, recordó que la vocación de Sandoval era servir. Con un emotivo discurso, se refirió a su esposo como un hombre que siempre buscaba ir hacia adelante, superar los obstáculos, darle vuelta a la página y no permitir que los rencores lo atascaran.
“Su muerte nos sacude, nos lastima, pero también nos convoca a la unidad; si Jorge estuviera físicamente hoy, aquí presente, nos pediría que nos mantuviéramos unidos, que encontráramos la forma de coincidir y permanecer juntos”, expresó.
En su intervención, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, señaló que el compromiso con la familia de Sandoval Díaz es esclarecer los hechos. Recordó algunos pasajes de su historia compartida como amigos en lo personal y adversarios en la política.
“Siempre fue un hombre respetuoso y capaz de mantener nuestra amistad por encima de otras cosas”, indicó Alfaro, quien reveló que en su última plática, hace algunas semanas, coincidieron en que estaban en un momento en que se tienen que cerrar filas para defender al estado.
“Ese día me demostró que es sin duda un político de excepción y, aunque fuimos adversarios, siempre lo voy a respetar (…) fue un buen gobernador”, afirmó.
Consideró que el legado de Aristóteles Sandoval es haber cambiado la política de Jalisco, ser un gran hombre, un gran padre y un amigo excepcional.
El excandidato del PRI a gobernador, Miguel Castro, expresó que “no existen palabras para describir al gran ser humano que perdimos, Jalisco lo va a extrañar”.
En el ayuntamiento tapatío, rompió el silencio un mariachi con los acordes de Guadalajara, y los asistentes comenzaron a gritar: “¡Gobernador, gobernador!”; ahí, el alcalde tapatío Ismael del Toro indicó que Sandoval Díaz como presidente municipal, trabajó con lealtad y determinación para la ciudad.