Más Información
Diputados avalan súper secretaría de García Harfuch; SSPC investigará delitos y coordinará inteligencia a nivel nacional
"Soy del mero Sinaloa, donde se rompen las olas"; al ritmo de banda y aguachile, apoyan a músicos y meseros afectados por violencia
“Aún hay tiempo”: Inai lamenta extinción aprobada por Diputados; pide al Senado reconsiderar reforma
Trudeau se declara abierto a "otras opciones" con México en el T-MEC; solo si el país no aborda preocupaciones comerciales con China
Con prórroga o sin ella, elección judicial va, asegura Taddei; afirma que presupuesto de 13 mmdp no es ninguna “ocurrencia”
Chilpancingo.- Sería más “sencillo” controlar la pandemia provocada por Covid-19, si el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, hubiera decretado el Estado de excepción, dijo el alcalde de Chilpancingo, Antonio Gaspar Beltrán.
Durante toda la emergencia sanitaria en Chilpancingo mantener cerrados los comercios no esenciales y reducir la movilidad ha resultado casi imposible. Todos los días las calles están inundadas de personas, los negocios de todo tipo están abiertos, los mercados abarrotados, las largas filas en los bancos son permanentes y en el transporte público muy pocos respetan las medidas sanitarias, como el uso de cubrebocas y la sana distancia.
Todo esto junto está dando resultados. El 2 de julio Chilpancingo tenía 630 contagios, este domingo registra mil 209: en dos semanas casi iguala cifra de casos positivos de los últimos tres meses.
En las muertes es igual: el 2 de julio eran 87 fallecimientos, ahora suman 122.
Este sábado, el hospital del Issste en Chilpancingo amaneció con el 100 por ciento de las camas Covid-19 ocupadas.
En Chilpancingo, el relajamiento no sólo es de los pobladores, también de las autoridades del municipio, sobre todo.
Desde antes del 2 de julio, cuando el gobierno del estado decretó la reapertura de 11 actividades económicas y recreativas, se permitió la reapertura de los negocios no esenciales, se quitaron los filtros sanitarios en el mercado central, incluso se volvieron a instalar comerciantes ambulantes en los corredores del zócalo pese a que el semáforo rojo estaba en rojo.
En el momento más crítico de la pandemia, el alcalde de Chilpancingo dijo que propondrá ante el cabildo sanciones para los que no respeten las medidas sanitarias.
“Si seguimos en este ánimo de solamente recomendar, que son como las llamadas a misa, la gente que es consciente, que responsable está cuidando su vida, y la gente que no lo es, va tener que esperar estas sanciones que yo propondré al cabildo. Que ya haya sanciones coercitivas económicas para quienes no acepten y acaten, las medidas sanitarias”, dijo el alcalde durante el arranque de una campaña de concientización del gobierno del estado.
Y agregó: “Todo esto [el control de la pandemia] hubiera sido más sencillo, si desde el inicio se hubiera decretado el Estado de excepción, pero eso desafortunadamente no le corresponde al alcalde ni al ejecutivo del estado”.
Desde el inicio de la pandemia, López obrador rechazó decretar el Estado de excepción o implementar medidas restrictivas y lo ha dejado a la voluntad de los ciudadanos.
El gobernador, Héctor Astudillo Flores, también se ha manifestado contra la implementación de medidas que restrinjan el libre tránsito.
Sin embargo, en municipios de Guerrero y comunidades, sobre todo en las zonas rurales, se han decretado toques de queda, han prohibido el acceso a foráneos e, incluso, en algunos casos hasta la salida y entrada de los propios pobladores.
En algunos pueblos, grupos armados, como autodefensas, policías comunitarias y de organizaciones criminales, también ha impuestos medidas restrictivas para combatir la pandemia.
vare