A través de códigos QR, disponibles en parques públicos y en avenidas principales de la ciudad de Oaxaca, el Colectivo DLR saca a la luz los datos de las personas, en su mayoría hombres, quienes distribuyen por medios digitales contenido íntimo de mujeres que residen en Oaxaca.
La iniciativa, relata el colectivo en entrevista con EL UNIVERSAL, surge ante la necesidad de dar a conocer en plataformas digitales, y otros espacios, la identidad de estas personas que distribuyen y en muchas ocasiones venden fotos y videos íntimos de mujeres sin su consentimiento.
El Colectivo DLR se dedica desde 2020 a identificar, denunciar y en ocasiones a dar de baja los perfiles de usuarios detectados en redes sociales, principalmente en el microblogging Twitter y el chat de Telegram, dedicados a la venta y distribución de este tipo de material.
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De mayo de 2020 al mismo mes de 2021, el colectivo detectó unos 900 casos de mujeres afectadas por la distribución de este tipo de material en versión digital; sin embargo, en el último año identificaron al menos mil 200 casos más. En otras ciudades, el Colectivo DLR ha ubicado de 50 a 70 casos.
Tras la difusión de su labor, que consiste en investigar casos de violencia digital e identificar a los agresores, DLR ha colaborado con grupos feministas en estados como Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Veracruz, Tlaxcala, Puebla y Aguascalientes.
Acompañamiento legal
A pesar de que la violencia digital y la difusión de contenido íntimo son temas de los que cada vez se habla más en la entidad y que también hay más oaxaqueñas dispuestas a denunciar, los procesos no avanzan, pues no citan a los señalados ante las autoridades, acusa el colectivo.
“Necesitas llegar con todos los datos y pruebas para rectificar que el material íntimo fue difundido desde un dispositivo que pertenece al presunto responsable. Casi quieren una grabación con la persona haciendo la publicación en redes sociales, lo que obstaculiza los casos, por eso muchas personas desistieron de continuar su proceso de denuncia. Es un proceso cansado”, lamenta DLR.
Antes de acercarse a este grupo, al menos 30 personas iniciaron una denuncia por iniciativa propia, pero cuando lo hicieron aún no se había reformado la ley en el estado, por lo que presentaron otra denuncia por violación a la intimidad sexual, acotan.
Además, DLR acompañó a unos 28 casos a iniciar procesos legales contra quienes tenían material íntimo en su poder.
El 11 de julio de 2019, Oaxaca se convirtió en el décimo estado del país en aprobar la llamada Ley Olimpia, mediante la cual se sanciona la distribución de material íntimo sin consentimiento de la persona.
La sanción por ese delito es de hasta ocho años de cárcel en la entidad. En noviembre de 2020, el Senado de la República aprobó una pena de hasta seis años de prisión a quien incurra en este delito.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) notifica que en febrero de 2020 se judicializó el primer caso por violencia digital, tras éste se han judicializado al menos otros tres; no obstante, tan sólo en la región Mixteca el colectivo Marea Verde detectó 50 casos.
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Los riesgos
El colectivo DLR explica que pensaron en difundir la lista de quienes distribuyen material íntimo fuera de lo digital, a través de colectivas y tendederos de denuncias, pues creen que las redes sociales no son suficientes.
No obstante, la cuenta de Facebook del colectivo está a punto de ser dada de baja, por ser considerada de contenido “indeseable” para la plataforma, ya que ha sido denunciado por distribuidores señalados.
Recientemente detectaron a un grupo de hombres que intentaba agredir a las mujeres que se movilizaron en el #8M. Además, un grupo de distribuidores buscaba denunciar al colectivo, tras ver difundidos sus datos.
Por esa razón inició un canal en Telegram, con el fin de publicar la lista de aquellas personas que se dedican a distribuir los llamados packs.
“Hemos ido publicando poco a poco los que hemos encontrado en este tiempo. Generalmente cuando alguien ve a un agresor en la lista, otras víctimas deciden hablar, lo que permite que se animen a denunciar”, explica el colectivo.
El poder de la difusión
DLR ha detectado a 220 personas que distribuyen material íntimo; sin embargo, la identidad de varias de éstas no se ha revelado por recomendación de quienes brindan asesoría legal, pues muchos están denunciados y difundir sus datos podría afectar el proceso legal.
Esta lista es distinta a otras en poder de colectivas que reúnen un número mayor, por lo que, aseveran, se trata de un problema grande y difícil de erradicar.
“Hemos buscado la manera de que la gente vea el problema, pero ahora no sólo desde lo digital, por lo que decidimos vincular la lista de distribuidores a espacios físicos a través de códigos QR. Algunos ya estaban colocados en sitios como en la explanada del templo de Santo Domingo, pero éste fue arrancado. Estamos buscando negocios que nos permitan ponerlos, sin el peligro de arrancarlos”, dicen.
Como parte de la primera etapa, precisan, colocaron 25 códigos en un solo día en sitios donde circula mucha gente en la ciudad de Oaxaca, como El Llano, la avenida Belisario Domínguez, Plaza Masarik, entre otros lugares públicos; sin embargo, señalan que los QR fueron retirados por transeúntes.
El colectivo abunda que la pandemia ha propiciado que aumente la distribución del material íntimo, pues mucha gente comenzó a usar con más frecuencia las plataformas sociales.
Por ello, recomienda a las mujeres no almacenar contenido íntimo en ninguna red o servicio de almacenamiento digital.