Celaya.— Con música de banda y envueltos en flores, los ocho integrantes de la banda musical Los Chuparrecio fueron velados por sus seres queridos en sus respectivas viviendas, en la comunidad Juan Martín.
Elementos de seguridad estatal y federal recorrieron el poblado, luego de que tres candidatos a delegados renunciaron a su aspiración tras el asesinato de los músicos, la desaparición de una candidata a delegada y el homicidio de otra vecina.
Entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, la Fiscalía General del Estado (FGE) entregó a los familiares los cuerpos de los siete músicos que fueron encontrados calcinados en la cajuela de una camioneta en la comunidad San José el Nuevo el pasado 22 de marzo, y de otro miembro del staff en esa zona.
Sus madres y hermanos los llevaron a sus hogares y colocaron las fotografías de Los Chuparrecio en la capilla ardiente junto a sus ataúdes, donde aparecen alegres, como eran, y pusieron la música que los acompañó toda su vida.
En los hogares donde habitaban los integrantes de Los Chuparrecio se repetía la melodía de Un gran papá: “Quisiera que todo esto fuera un sueño. / Que no te hubieras marchado. / Que pudieras regresar.
La música de El Sauce y la Palma rebasaba los muros de la capilla montada en el patio; el llanto de los deudos se perdía con el ruido y el canto de los asistentes, a la par de las canciones. Vecinos y seguidores expresaron su pesar y solidaridad con arreglos florales que cubrieron y rodearon los féretros.
En tanto, la fiscalía no ha revelado el móvil del homicidio de los integrantes del grupo.
El pasado martes, a las 15:00 horas, los músicos de la banda y los operadores de su staff partieron de su comunidad Juan Martín en una camioneta en la que llevaban sus instrumentos para tocar en un evento de Rancho Seco. Fue la última vez que sus familiares los vieron con vida.
Pasadas las 11 de la noche, siete de ellos estaban muertos en una camioneta roja con placas y reporte de robo en Michoacán, que elementos del Cuerpo de Bomberos encontraron en llamas. Los cadáveres estaban calcinados y con las manos atadas.
La camioneta, propiedad del conjunto de artistas locales, fue encontrada vacía cerca del sitio en Rancho Seco. Hasta la fecha se desconoce el destino de sus instrumentos musicales.
Fue hasta el viernes, cuando el fiscal general del estado, Carlos Zamarripa, confirmó que los cuerpos calcinados correspondían a Los Chuparrecio.