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Chihuahua.— Para Miguel, Clara y Tita, las horas después de la escuela son una oportunidad para crecer. A través de la música y el deporte estos tres hermanos han encontrado un espacio para desarrollar sus habilidades mientras sus padres trabajan. Ellos son parte del modelo ADN.
Ampliando el Desarrollo de los Niños (ADN) se implementa desde hace 10 años en escuelas de nivel básico, ubicadas en polígonos con altos índices de pobreza y desintegración social del estado; su objetivo es minimizar situaciones de riesgo de las niñas, niños y adolescentes.
El modelo de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (FECHAC), nació en Ciudad Juárez en 2007, con el propósito de rescatar —a través de actividades extraescolares— a niños y jóvenes que crecen en un entorno de pobreza y violencia, y que además enfrentan la ausencia de sus padres o tutores por cuestiones laborales, convirtiéndose así en blanco fácil de los grupos criminales.
De esta forma, el proyecto promueve su derecho a vivir en condiciones de bienestar y el sano desarrollo integral, así como una vida libre de violencia.
Actualmente, ADN beneficia diariamente a casi 7 mil menores, con actividades formativas de tipo artísticas, académicas y físicas, así como con alimentación balanceada, todo ello sustentado en un proceso de sistematización con manuales que establecen la metodología.
En esta década, el proyecto se expandió a 88 preescolares, primarias y secundarias con la participación de 40 organizaciones de la sociedad civil. En el estado, ADN tiene impacto en 17 municipios, principalmente en Ciudad Juárez, donde se implementa en 26 escuelas.
Un modelo para compartir. En entrevista para EL UNIVERSAL, Héctor Jurado Sánchez, presidente del Consejo Directivo de la FECHAC, señaló que ADN es el programa insignia de la Fundación del Empresariado, ya que es un modelo que ha demostrado que puede cambiar vidas.
Son casi 7 mil menores que ahora reciben atención al concluir su horario escolar. Anteriormente estos pequeños se encontraban solos, en zonas marginadas y las calles, donde desde muy chicos comenzaban a integrarse a pandillas.
“Los niños que han pasado por este modelo son más amigables, mejoran sus habilidades sociales, disminuyen la violencia, mejoran sus calificaciones, en general, son mejores niños y niñas”, expresó Jurado Sánchez.
Las bondades probadas de ADN llamaron la atención de la Fundación del Empresariado de Yucatán (FEYAC) y la Fundación del Empresariado de Sonora (FESAC), asimismo, el gobierno del estado se ha sumado y en lo que va de la administración actual, financia cerca de 20 escuelas en toda la entidad para realizar estas actividades, a través de las organizaciones de la sociedad civil.
Vidas que se transforman. Mientras realizan sus actividades, Miguel, Clara y Tita explican qué es lo que hacen cuando concluyen sus clases, cómo su escuela se convierte en un espacio diferente.
“Mi mamá trabaja todo el día, igual que mi papá, pero a mí me gusta ir a la escuela en las tardes, porque tengo muchos amigos, además aprendo a tocar la guitarra y a usar la computadora”, explica Miguel.
A estos pequeños, el modelo ADN les ha permitido también focalizar sus habilidades, por ejemplo, Ana narra que “yo era muy peleonera, pero aprendí disciplina con karate, ahí aprendí a respetar a las personas”.
El ejemplo de sus maestros también inspira: “Quiero ser como mi maestro, sé que puedo soñar y lograrlo”, asegura Santiago, otro menor.
Para las madres y padres de familia, ADN significa tranquilidad, pues al estar en el trabajo, principalmente industrias maquiladoras, no pueden estar pendientes de lo que están haciendo sus hijos.
“Me levanto al 10 para las 4:00 de la mañana, espero el camión que me lleva al trabajo y salgo a las 4:00 de la tarde, para cuando regreso los niños ya comieron, hicieron otras actividades y es una gran ayuda para nosotras porque no podemos pagar una guardería”, explicó Lucía, madre de familia.
La Fundación del Empresariado Chihuahuense, A. C. cuenta con la participación de 130 empresarios voluntarios, quienes de 1994 a la fecha han cofinanciado 5 mil 726 proyectos con una inversión superior a los 2 mil 580 millones de pesos, en el último año, la fundación invirtió más de 251 millones de pesos en 536 proyectos sociales.