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La jornada de entrevistas entre personal de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) y los clientes afectados por el aseguramiento de mil 500 cajas de seguridad a la empresa First National Security (FNS) inició ayer con la incertidumbre de los usuarios por no tener una fecha definida para la entrega de sus pertenencias.
En la Plaza América, donde se encuentran las instalaciones de FNS, se acondicionó un local alterno para las entrevistas, donde se alcanzaron a realizar 13. Entre las primeras personas en ser atendidas ayer están los propietarios de las cajas 16, 34, 56, 73, 90, 100, 153, 16, 155, 186 y 188, pero ningún cofre fue entregado.
Según el compromiso que hicieron el titular de la SEIDO, Alonso Lira Salas, y diputados federales, los objetos de las personas afectadas serán devueltos a partir del lunes.
Piden sigilo. De acuerdo con testimonios de quienes se encuentran a la espera de ingresar a entrevista, se está dando prioridad a las personas con alguna urgencia médica.
Por ejemplo, una mujer extranjera tiene programada una cirugía y necesita recuperar el dinero que guarda en su caja. Un hombre fue enterado de que su padre murió en Egipto y debe viajar, por lo cual requiere de su pasaporte y documentación oficial, además de dinero. Y en otro caso una mujer tiene programada una cita con el médico por un accidente que le afectó la mano y la mantendrá imposibilitada de salir de su casa.
Los agraviados que pudieron entrar informaron que personal de la SEIDO les exigió discreción sobre la dinámica de las entrevistas por cuestiones de seguridad, por lo que no accedieron a dar testimonio de cómo se desarrolló el encuentro.
Sin embargo, uno de ellos compartió su experiencia con otros arrendatarios y narró que, presuntamente, tuvieron acceso a la bóveda y observaron que todas las cajas fueron abiertas por la fuerza, aunque en otros casos las chapas lucían intactas. Para realizar el inventario —se dijo—, el contenido de las cajas es sacado de éstas, se toman videos y fotografías y se devuelven los valores a su sitio original, pero la caja queda abierta.
Además de sus datos generales, se le preguntó por el contenido de su caja de seguridad y cómo había obtenido los valores que se encontraban en ella, lo que explicó. Aunque regresó con esperanza a Cancún, no le dieron fecha para la entrega de sus cosas, pero tiene confianza en que las recobrará.
Extranjeros preocupados. Entre las personas afectadas de Cancún se mantiene el debate sobre la probable ilegalidad con que se sigue llevando todo el procedimiento, toda vez que desde el principio se intervino propiedad privada sin exhibir la orden de un juez ni documento ministerial que ampare el aseguramiento y apertura de las cajas de seguridad.
Para algunos de los usuarios afectados, a pesar de que Lira Salas declaró que los terceros perjudicados no forman parte de la investigación, se les está dando el trato de sospechosos o imputados y las entrevistas son “comparecencias disfrazadas”, en las cuales son prácticamente interrogados y forzados a probar la legítima propiedad de sus pertenencias.
Otros piden tener confianza en la autoridad y ponderar los avances logrados, al haber impedido que las cajas y sus valores fuesen trasladados a la Ciudad de México, y ellos obligados a viajar a la capital del país a recobrar sus cosas.
Uribe confía en que el titular de la SEIDO, Alonso Israel Lira Salas cumpla el acuerdo y en la próxima semana se entreguen las primeras pertenencias que no están sujetas a investigación, tal como se pactó en la reunión que sostuvieron usuarios y Lira Salas el pasado martes por la noche.