A la casa de María Guadalupe Guido Rico casi nunca llegan los Reyes Magos a pesar de que año con año ella y sus seis hermanos escribían sus cartas y las ponían en sus desgastados zapatos, pues Melchor, Gaspar y Baltazar vivían en condiciones de pobreza, por lo que desde que fue madre por primera vez, logró que sus hijos tuvieran lo mejor.

Pese a los grandes esfuerzos de Lupita para que los Santos Reyes les trajeran a sus tres hijos lo que deseaban, narra con una gran sonrisa, que “ellos se divertían más con cajas de cartón, latas, botes de refresco o con los trastes de la cocina”.

Para doña Lupita , hija de un panadero, era una tristeza ver que año con año las cartas permanecían en los zapatos y recuerda con nostalgia que sólo en una ocasión les trajeron una pelota de plástico .

“Hasta mi hermano el más chico dijo: ay, pinches Reyes, nunca nos trajeron lo que pedíamos. Pero éramos muy, muy pobres ”, expresa.

En contraste a lo que ella y sus hermanos carecieron, la señora de 53 años de edad, cuenta que ha tenido que hacer una serie de peripecias para que en su momento sus hijos y ahora sus tres nietos, tuvieran al pie del árbol de Navidad los mejores regalos.

Pero sobre todo, para que no vieran cuando entraran los Reyes Magos a su casa. Para eso, cuenta a EL UNIVERSAL , tuvo incluso que brincar por la ventana de su casa hacia el interior o permanecer escondida hasta que sus hijos estuvieran dormidos.

Otra de las aventuras que recuerda, es que Melchor, Gaspar y Baltazar tenían que comprar los juguetes mediante mecanismo mágicos y esconderlos muy bien para que los chamacos no los vieran.

Así podía pasar la noche en vela o ingeniárselas para que el Día de Reyes fuera una verdadera sorpresa, tal y como ella misma lo soñó cuando fue una niña, resalta Lupita .

Pero que difícil era, menciona, porque su hijo el mayor y sus dos hijas, no querían pegar los ojos con la emoción de ver sus nuevos juguetes, por lo que les contó toda clase de historias, hasta lograr dormirlos.

“Uno que nunca tuvo, como Rey Mago , quisiéramos darle lo mejor a los hijos, por eso desde que tuve al primero luché para que los Reyes Magos les trajeran lo que pedían, aunque terminaban jugando con cajas de cartón, latas, botes de refresco, los trastes de la casa o hasta con el juguete del vecino y prestando los suyos”, enfatiza.

De hecho, relata que justamente el hecho de que sus hijos cumplieran todos sus sueños y no padecieran carencias como fue su caso, es que decidió emprender en el comercio, actividad que los ha sacado adelante desde hace más de 30 años.

Ver la cara llena de emociones, de sorpresa y de alegría de sus tres hijos , fue el regalo que durante muchos años esperó Lupita de Los Reyes Magos y, aunque le llegaron hasta los 20 años de edad cuando fue madre por primera vez, describe que es lo más maravilloso de su vida.

El primer hijo de Guadalupe Guido ya tiene 33 años de edad, y sus hijas 30 y 22 años, respectivamente. La mujer nunca ha dejado de ser Rey Mago, pues ahora son sus nietos de 4 años, un año y medio y otro de 10 meses de edad “los bendecidos por esta hermosa tradición”.

Finalmente, por su experiencia, doña Lupita recomienda a Los Reyes Magos , que si por cualquier motivo no pueden regalarles a los niños lo que piden en sus cartas, “cualquier juguetito es bonito acompañado de amor, respeto y cariño; pero que no dejen pasar el momento para hacer y ver felices a sus hijos”.

ahc

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