El que está más salado que el bacalao en Veracruz, nos comparten, es el rancho El Faunito, decomisado al exgobernador Javier Duarte de Ochoa (PRI), pues pasa de mano en mano. Nos recuerdan que, tras su decomiso, la propiedad fue otorgada al Instituto de Ecología (Inecol) para investigaciones, pero por la falta de recursos y planeación fue devuelto y entregado al sector Salud estatal; ahí tampoco tuvo mucho éxito, por lo que ahora el gobernador Cuitláhuac García Jiménez (Morena) anunció que será entregado al ayuntamiento de Fortín para “un proyecto que detone la economía local”; lo malo, nos dicen, es que si algo agobia a los municipios son las deudas, conflictos internos y corrupción, por lo que no le avizoran buen futuro. ¡Qué tal!

Hace “política” entre morenistas

Quien anda muy teñido de guinda últimamente en Sinaloa, nos platican, es el líder moral del Partido Sinaloense y extitular de Salud, Héctor Melesio Cuén Ojeda, pues dicen las malas lenguas que anda buscando amarrar apoyo morenista para competir por tercera vez por la gubernatura en 2027. Nos detallan que don Héctor presumió una reunión que tuvo en la Ciudad de México con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández (Morena), y el gobernador Rubén Rocha Moya (Morena), la cual levantó especulaciones en la entidad, porque le apostará a don Adán en el juego de corcholatas, y deja ver una tregua con don Rubén, a pesar de que lo sacó de su gabinete. Al parecer, anda en modo zen.

¿Y si ponemos un baño?

Desde Baja California Sur nos cuentan que el alcalde de Los Cabos, Óscar Leggs Castro (Morena), se metió al ojo del huracán, otra vez, pues su administración enfureció a empresarios locales por una “brillante idea”. Nos relatan que la Dirección de Ecología municipal instaló un baño portátil en plena banqueta del centro de Cabo San Lucas, cerca de una casa de cultura, sin que le den mantenimiento o limpieza básica, lo que ha ocasionado malos olores y escurrimientos, por lo que los comerciantes exigieron a don Óscar que se retire la instalación, pues le recordaron que ese destino depende del turismo y da una pésima impresión algo así, y hasta ironizaron que en eso de la imagen urbana, nomás no da una. ¡Zas!

Las visitas del alcalde

Donde más de uno se quedó con la ceja levantada, nos comentan, fue en Chihuahua, pues hace unos días el alcalde de la capital, Marco Bonilla Mendoza (PAN), anduvo presumiendo a su invitado, el actor Eduardo Verástegui, quien ha sido fiel seguidor de las políticas de Donald Trump y aplaudió con enjundia la decisión de la Corte de Estados Unidos de revocar el derecho al aborto en ese país. Nos indican que la ocasión especial de don Marco fue celebrar que su municipio se sumó a un compromiso para luchar contra la trata y explotación infantil, lo cual es muy loable, pero don Eduardo aprovechó para insistir en su negativa al aborto, lo cual no fue muy del agrado de algunos, quienes esperan que este tema tabú avance en la entidad y no sólo sirva para sonrojar personas. ¡Ouch!