A seis meses del terremoto de 8.2 que afectó dos mil 974 viviendas en Asunción Ixtaltepec, la autoridad local demolió el Palacio Municipal por representar un peligro para la población.
Los trabajos comenzaron la mañana de ayer, con la participación de 30 trabajadores del ayuntamiento y el tequio de 12 camiones de volteo y maquinaria pesada de empresas privadas, por lo que en esta primera etapa no se invirtió recurso alguno, informó el alcalde Óscar Toral.
La demolición y reconstrucción del inmueble, con más de medio siglo de vida, siempre estuvo en manos de la autoridad municipal; sin embargo, debido al mal tiempo no se pudo intervenir hasta este 4 de marzo.
El nuevo Palacio Municipal tendrá un costo de entre 15 y 20 millones de pesos, recurso con el que no cuenta la administración de Ixtaltepec, por lo que se tomó la decisión de recibir apoyo en especie por parte de personas y empresas altruistas como arena, grava y tabiques.
Además, informaron, se solicitará al gobierno estatal el pago de la mano de obra y se lazará una campaña de donaciones para la edificación de la “casa del pueblo”:
“Siendo sinceros, no hay dinero para el Palacio Municipal, pero vamos a intervenir y antes de que termine el año Ixtaltepec tendrá un nuevo edificio. Este proyecto estará basado en mucho en el tequio y el apoyo de los amigos de Ixtaltepec. Ya tenemos la propuesta arquitectónica y todas las regidurías y dependencias del municipio estarán concentradas en el mismo espacio, hasta el DIF, será un edificio muy funcional”, detalló el edil.
En Ixtaltepec, de acuerdo al Censo de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu), resultaron con con daños parciales mil 351 casas y mil 623 casas con daño total, por lo que Sedatu entregó en este municipio 215 millones de pesos en tarjetas de reconstrucción.
De acuerdo con la autoridad muncipal, 540 casas están en proceso de reconstrucción, al menos 50 están completamente terminadas, 100 están en la etapa de repello y el resto con entre 20% y 50% de avances. Mientras que menos de 700 viviendas se reconstruyen por los propios dueños, luego de que consideraron que se pueden rescatar sin ser demolidas.