Celaya.— Ayer martes se cumplió una semana de la desaparición de seis mujeres que iban juntas en el camino a San José de Guanajuato, en Celaya, sin que se tengan datos oficiales de su paradero. Tres colectivos se unieron a la búsqueda y activistas demandaron la intervención de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) para encontrarlas.
David Saucedo, especialista en Seguridad Pública, señaló que las víctimas fueron secuestradas en una zona de alta incidencia delictiva, en la que opera el Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL) y hay incursiones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en San José de Guanajuato, cerca de la comunidad de Santa Rosa de Lima, en Villagrán.
De ese lugar se llevaron a Mariana Gutiérrez Guzmán, de 19 años; Yoselin Daniela Zamorano Macías, de 20 años; Sandra Daniela Paredes González, de 24 años; Paulina Berenice Reséndiz Martínez, de 25 años; Gabriela Barbosa Ruiz, de 48 años, y Rosa María Ramírez Ayala, de 42 años.
La comunidad de Santa Rosa de Lima es la cuna del cártel con ese nombre fundado por José Antonio Yépez, alias El Marro, quien se encuentra preso en el penal de El Altiplano.
David Saucedo remarcó la lentitud en las investigaciones de las autoridades competentes, pues han pasado bastantes días y no hay ningún indicio, ningún avance en las pesquisas, aunque el lunes pasado el titular de la Fiscalía General del Estado, Carlos Zamarripa, reveló que los agentes investigadores ubicaron dos lugares en los que pudieran estar las mujeres desaparecidas.
Con conocimiento de causa, dijo que la FGE y la Fiscalía General de la República (FGR) son muy lentas en las investigaciones y son pocos los casos en los que se pueden encontrar con vida a las personas desaparecidas.
“No son estadounidenses, es que ya vimos que en el caso de ciudadanos de Estados Unidos secuestrados por los cárteles las autoridades sí se mueven y en corto tiempo dan con su localización y las regresan con sus familiares. Lamentablemente aquí en México la justicia no funciona para los mexicanos, pero sí para los norteamericanos”, insistió.
El consultor resaltó la complejidad para conocer el móvil de la desaparición de las seis celayenses, los autores materiales y el objetivo. Se intuye que se trata de un secuestro perpetrado por integrantes del crimen organizado.
“No hay nadie que aporte elementos de prueba por temor; fue un grupo delictivo que hace un secuestro masivo de mujeres de Celaya; hay temor de quienes fueran testigos de los hechos, no hay videograbaciones que permitan arrojar datos de quiénes fueron, qué vehículos utilizaron y qué rumbo siguieron”, expuso.
Saucedo dijo que en casos como éste las investigaciones empiezan casi de cero: “Estos casos son muy complicados porque se parte de cero, hay que revisar las historias de vida de las personas que lamentablemente fueron secuestradas para ver si cuentan con vínculos de algún tipo o fueron confundidas o blanco de alguna red de trata de personas, para saber exactamente qué es lo que ocurrió con ellas”.
El experto indicó que la Comisión Nacional Antisecuestros federal debería atraer el caso porque ellos tienen más experiencia y son más neutros “en el sentido de que no tienen vínculos con los grupos criminales en Guanajuato”.
En su experiencia, comentó que hay cuatro causales de secuestros de mujeres en la región: con fines económicos, es decir, para pedir un rescate, pero hasta el momento las familias no han recibido peticiones de dinero; en segundo término hay plagios con fines de explotación sexual.
Agregó que otras chicas han sido secuestradas en la región con el objetivo de incorporarlas a los ejércitos del narco como mano de obra esclava para trabajar como halcones o en las bodegas empaquetando las drogas.
La última vertiente es el secuestro que hacen los cárteles de mujeres que identifican como integrantes de una red o grupo rival y las torturan para que aporten información sobre casas de seguridad, puntos de venta y quiénes y cómo les proveen la droga, entre otras cosas.
Tres colectivos realizan la búsqueda y desde la Plataforma por la Paz y la Justicia Guanajuato se pidió la intervención de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), ya que la FGE sigue sin encontrarlas.
El defensor de Derechos Humanos, Raymundo Sandoval, integrante de la Comisión por la Paz y la Justicia Guanajuato, explicó que al menos tres colectivos acompañan a las familias de las seis desaparecidas.
La séptima mujer que desapareció durante el fin de semana en Celaya, Guanajuato, está vinculada con una de las seis mujeres del grupo que desapareció el 7 de marzo.
Se trata de Cecilia Paredes, hermana de Sandra Daniela Paredes González, quien está sin localizar desde el jueves pasado, cuando fue citada en la fiscalía para declarar sobre la desaparición de su hermana. Fuentes de la fiscalía estatal indicaron que, aunque la familia no ha querido presentar denuncia, el Ministerio Público les está dando atención por ambos casos.
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