La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) urgió a las autoridades federales, estatales y municipales, la implementación integral de las medidas cautelares solicitadas por el organismo desde el 27 de noviembre para las personas desplazadas de las comunidades de Chalchihuitán y Chenalhó, Chiapas, a quienes el organismo identificó en situaciones que ponen en riesgo su salud, vida e integridad personal y quienes se encuentran actualmente en campamentos y comunidades de los poblados de Chelmut, Bolchojón, Bejeltón, Canalumtic, Pom, Tulantic, Cruz Kakanam y Tzomolton.
En seguimiento del cumplimiento de esas medidas cautelares solicitadas por la comisión, personal de la Quinta Visitaduría General del organismo visitó estos campamentos y comunidades en donde encontró que en general, a las personas desplazadas les son insuficientes los alimentos y que éstos, muchos de ellos enlatados, no son adecuados para su salud considerando su dieta alimenticia tradicional.
Los desplazados, detalló la CNDH en un comunicado, beben agua insalubre y contaminada de pozos y escurrideros; su situación de salud es mala debido a las condiciones extremas del medio ambiente, y carecen de ropa y zapatos adecuados para soportar el frío, lo que ha provocado enfermedades de vías respiratorias; la calidad del agua predispone la presencia de enfermedades gastrointestinales; duermen en el suelo bajo la carpa, y las cobijas con que se cubren son escasas.
Ante este panorama, la CNDH pidió la implementación urgente de acciones en beneficio de las personas que habitan esas comunidades y campamentos, entre las que se encuentra proporcionar de manera constante y suficiente, insumos básicos de su dieta como frijol, maíz y arroz en grano, azúcar, café, leche y agua embotellada, evitando alimentos enlatados o instantáneos, además de proporcionar utensilios básicos para preparar su comida tales como cazuelas, ollas, comales, molinos manuales, así como mesas y sillas.
Para garantizar las adecuadas condiciones de saneamiento y salud de esas personas, la comisión solicitó que se incorporen brigadas de atención médica y vacunación, desparasitación, cloración de agua, recolección de basura; insumos básicos de higiene y baños públicos, así como habilitar sitios adecuados de alojamiento cerrado que los resguarde de las condiciones climáticas; colchonetas y mantas suficientes.
Los visitadores adjuntos de la CNDH solicitan que para garantizar la seguridad del retorno de los desplazados se lleven a cabo constantes y permanentes recorridos de vigilancia por parte de las autoridades de seguridad pública de los tres niveles de gobierno para evitar robos, saqueos, daños en propiedad y otro tipo de delitos, así como realizar acciones necesarias para que niños y adolescentes puedan reanudar las actividades educativas de manera regular en sus comunidades.
Los funcionarios públicos encontraron versiones diferentes de la cantidad de personas desplazadas que han vuelto a sus hogares, puesto que detallaron que al entrevistarse con autoridades y representantes de las comunidades de Chalchihuitán, estos informaron que de las 5 mil 23 personas que se encontraban en situación de desplazamiento al 2 de enero de 2018 habían retornado a sus viviendas 3 mil 858, y los mil 165 restantes todavía permanecían en los campamentos que habilitaron para su alojamiento.
“Esta negativa a retornar se dio principalmente de manera total con habitantes de las comunidades de Canalumtic y Tulantic, y en forma parcial con los habitantes de Pom, Bejeltón, Cruzton y Tzomoltón, quienes decidieron no regresar a sus casas ante la inseguridad que aún persiste en esas localidades”, sin embargo, David Pérez Gómez, presidente del Consejo de Vigilancia de los Bienes Comunales del municipio de Chalchihuitán, dijo a los visitadores que el retorno a las comunidades de origen ha sido parcial debido a que sólo 2 mil 890 personas habían regresado.
Con el objetivo de certificar el regreso de los desplazados a sus hogares personal de la CNDH recorrió las comunidades de Chalchihuitán, donde pudo observar que varias familias se encontraban al interior de sus viviendas en Canalumtic y Pom.
“Sin embargo, al entrevistarlos sobre su estancia en las mismas, varios lugareños coincidieron en señalar que se encontraban verificando el estado de sus propiedades y que por la inseguridad que se vive en el lugar, de nueva cuenta se incorporarían a los campamentos que tienen asignados”, informó la comisión.
msl