Morelia.— El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la organización criminal liderada por Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, ha utilizado armamento de guerra para perpetrar sus ofensivas en contra de sus enemigos y de las autoridades, principalmente en Michoacán.
Para el consultor y especialista en seguridad, David Saucedo Torres, desde hace al menos 10 años, los cárteles en México han evolucionado y empezado a “militarizarse”.
“A emplear armamento, técnicas y tácticas de guerra convencional, para enfrentar a los cuerpos de seguridad federales [Ejército, Marina y Guardia Nacional], pero también para combatir a los grupos delictivos antagónicos emplean estrategias castrenses”, afirmó.
Saucedo expuso que, como parte de esta militarización, el CJNG emplea drones, autos blindados, misiles y artefactos explosivos, como bombas de acción remota y minas antipersonales; “las bombas que usan son Artefactos Explosivos Improvisados [IED, por sus siglas en inglés: Improvised Explosive Device]”.
El especialista explicó que los IED cuentan con un poder destructivo limitado, pero suficiente para causar daño a sus enemigos de otros cárteles y a los elementos de Seguridad Pública, y en el caso de Michoacán ha sido un laboratorio para los “juegos de guerra” del CJGN.
Detalló que en ese estado han puesto en práctica tácticas como el ataque con drones o el sembrado de minas antipersonales, pero también de IED.
“Convencionalmente, el uso de minas tiene por objeto impedir el avance de tropas enemigas en zonas que se tiene bajo control. También se utilizan para cubrir la retirada de un contingente e impedir que el enemigo realice ataque de retaguardia”, refirió David Saucedo.
El especialista sostuvo que el Ejército Mexicano es la única institución que cuenta con especialistas y escuadrones antibombas, que han desenterrado y desactivado cientos de minas en distintos municipios de Michoacán.
“A menos de que el CJNG dé a conocer la ubicación de los campos minados, sólo hay dos maneras de acabar con esta amenaza: que el Ejército peine todas las zonas que tuvo bajo su control el CJNG [lo ideal] o bien que los escuadrones antibombas desactiven los campos de minas, con forme vayan siendo encontrados. Lamentablemente esto sucederá cada vez que una persona o un vehículo las active accidentalmente”, enfatizó.
Además del terrorismo, el CJNG utilizó en 2019 vehículos equipados con fusiles de asalto Barrett calibre .50, arma que destruye blindajes y derriba aeronaves. En 2021 pasó al uso de drones cargados con explosivos C4, que hacía estallar sobre convoyes de autoridades de seguridad y contra localidades.
Para el año 2022, el CJNG hizo del territorio que controlaba un campo minado con explosivos conocidos como Artefactos Explosivos Improvisados (IED, por sus siglas en inglés).
En febrero de ese año, un jornalero y un niño murieron luego de que accidentalmente pisaran uno de esos artefactos. El hecho ocurrió en la localidad de El Aguaje del municipio de Aguililla, uno de los principales bastiones de esa organización criminal.
El campesino murió de inmediato y el menor perdió la vida en un hospital de Apatzingán, a donde fue trasladado para su atención médica.
En diciembre, mientras circulaban de Loma Blanca a Aguililla, elementos del Ejército Mexicano también activaron por accidente un IED.
El más reciente caso ocurrió el pasado 19 de junio, cuando un vehículo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que realizaba tareas de patrullaje en la zona de Apatzingán hizo detonar un explosivo. El saldo fue de cuatro militares lesionados.
Extraoficialmente se dijo que tres estaban graves y habían perdido alguna extremidad por la explosión, pero después fuentes de la Sedena indicaron que los heridos habían estado “en observación” y que ninguno había sufrido amputaciones.
El uso que hace este grupo criminal de explosivos improvisados enterrados en caminos, haciendo las veces de minas antipersonales o antivehículos ha sido documentado en fotografías.
En las imágenes se observan explosivos elaborados con extintores y otros materiales, en ocasiones con las siglas CJNG, que las Fuerzas Armadas han localizado, desactivado y destruido en la Tierra Caliente de Michoacán.
Algunos de los artefactos fueron hallados ocultos en caminos y parajes que comunican comunidades con la cabecera municipal de Apatzingán.
Fuentes de seguridad consultadas revelaron a EL UNIVERSAL que el CJNG arribó hace días a esa zona, la cual era controlada por grupos que conforman Cárteles Unidos.
El grupo armado, dijeron, salió de Naranjo de Chila (municipio de Aguililla), la tierra natal de Nemesio Oseguera El Mencho, hacia la parte serrana de Apatzingán; camino que, infieren, esa organización criminal dejó minado para evitar que sus antagónicos o las autoridades avancen. En esa zona, la lucha por el territorio entre cárteles llevaba ya una semana, hasta que se desplegó el operativo de autoridades estatales y federales.
Más de 400 elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Guardia Civil vigilan ese lugar, como ha ocurrido en otros puntos de Michoacán, pero sólo temporalmente.