Tapachula.— Más de medio millar de migrantes de la caravana que el pasado jueves fue desintegrada por elementos de la Guardia Nacional (GN) y del instituto Nacional de Migración (INM) lograron escapar y se resguardan en albergues de esta ciudad, ubicada a unos 27 kilómetros de donde se realizó el operativo.
El hondureño Marvin Antonio, de 39 años, relató que junto con 18 jóvenes, entre ellos seis mujeres con sus hijos, lograron evadir el cinturón de seguridad.
“Corrimos hacia el panteón y luego por los potreros, no paramos hasta que nos alejamos del operativo, luego caminamos sin parar y fue hasta el día viernes, como a las cinco de la tarde, que llegamos a la casa del migrante”, explicó.
“Vimos a más de 500 migrantes caminar entre el monte, algunos quizá todavía siguen escondidos”, indicó el hondureño.
Marvin, quien junto con seis jóvenes descansa afuera del albergue Belén de la Iglesia católica, envía un mensaje al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en el que le pide “se apiade de los migrantes”.
“Salimos por pobreza, escasez de empleo y violencia, no quisiéramos dejar a nuestras familias, pero tenemos que salir a buscar un mejor futuro para ellos; si estuviéramos bien en nuestro país, créame que no tendríamos por qué dejarlo”, explicó el hondureño.
En las últimas 24 horas, el albergue Belén ha recibido a unos 500 centroamericanos que viajan sin documentos, entre ellos unos 100 niños, quienes lograron escapar del operativo implementado por la GN y el INM el pasado jueves, en el poblado de Frontera Hidalgo, ubicado a ocho kilómetros de los límites entre México y Guatemala.
César Augusto Cañaveral López, coordinador diocesano de la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana, dijo que el albergue con capacidad para 140 personas está sobresaturado.
“Antes del operativo atendíamos entre 230 y 280 extranjeros de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, pero ayer nos llegaron 120 personas golpeadas y lastimadas, vienen mal no sólo por cuestiones físicas, sino también por lo que vivieron al ser confrontados por la Guardia Nacional”, explicó el también director del albergue.
El sacerdote dijo que López Obrador asegura que no hay crisis humanitaria. “Quizá para él no, pero esto ya se transformó en una tragedia humana”, aseveró.