Chilpancingo.— La capital de Guerrero amaneció cerca de la desolación. Lució semivacía, los estudiantes y muchos burócratas no regresaron del fin de semana largo por el aniversario de la Promulgación de la Constitución. Todas las escuelas cerraron y las oficinas gubernamentales con pocos empleados. La violencia y la falta de transporte público lo prolongó.
Hay temor y zozobra. La mañana del lunes, en dos horas, fueron asesinados cuatro choferes del transporte público y otro quedó herido.
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Desde entonces es difícil ver en las calles un taxi o una urvan. Ningún chofer se atrevió ayer martes a desafiar a las organizaciones criminales, ninguno quiso ser el próximo asesinado. El transporte foráneo también desapareció, los sitios que van a los municipios de Juan R. Escudero, Tecpan, San Jerónimo, Heliodoro Castillo y Leonardo Bravo están vacíos. No hay unidades.
Lo mismo ocurre con los sitios de las rutas que van a las comunidades de Chilpancingo, como la de El Ocotito o Petaquillas. Están cerrados. El de Petaquillas amaneció con una veladora prendida por el chofer que fue asesinado el lunes pasado. La mancha de sangre fue tapada con cal.
El temor fue atizado ayer. Al mediodía, en la colonia Los Ángeles, hombres a bordo de una motocicleta aventaron un explosivo a un taxi que estaba estacionado. Los vecinos sofocaron el incendio con cubetadas de agua y el vehículo sólo se chamuscó.
En la ciudad se percibe el temor. Nadie pretende arriesgar más. Desde la noche del pasado lunes, dirigentes sindicales informaron a los trabajadores del gobierno del estado que si por el problema en el transporte público se ausentaban no habría sanciones ni descuentos. Los pocos que llegaron fueron de confianza.
Las que tampoco se arriesgaron fueron las escuelas. El lunes el secretario de Educación, Marcial Rodríguez Saldaña, descartó la suspensión de clases en Chilpancingo, pero los planteles lo ignoraron. Todos los inmuebles, desde preescolar hasta los de la Universidad Autónoma de Guerrero, estuvieron cerrados.
La falta de transporte público tiene su efecto en el comercio. En el centro de Chilpancingo decenas de negocios cerraron. El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Chilpancingo, Iván Salgado Ramírez, afirmó que al menos 60% de sus afiliados decidieron no abrir para evitar riesgos a trabajadores y clientes.
Los que decidieron abrir, lo hicieron con mucha precaución. Unos abrieron hasta las 11 de la mañana, dos horas después de su horario, para cerciorarse de que en la ciudad no hubiese ataques armados y nadie cierra después de las 6 de la tarde, para evitar que les caiga la noche en la calle y sin transporte.
El ayuntamiento de Iguala informó que canceló la celebración de la Feria de la Bandera, la más importante del municipio, ante la violencia que se ha registrado en los últimos días y las amenazas contra el alcalde, el priista David Gama Pérez.
El sábado pasado en redes sociales circuló un mensaje, presuntamente de La Familia Michoacana advirtiendo sobre ataques a la feria.