San Cristóbal de las Casas.— Cuando Gabriela estaba a punto de dejar su casa, en la cabecera municipal de Chicomuselo, para huir de los enfrentamientos entre organizaciones criminales, tomó la decisión de matar a sus perros, porque no quería que sufrieran sin alimento.
Este pueblo, de unos 7 mil habitantes, empezó a quedarse sin gente desde diciembre de 2023; muchos huyeron a otros municipios porque temían ser reclutados o morir por las balas y bombas.
Los perros estuvieron con Gabriela, de 40 años, sus hijos y esposo, durante más de cinco años, cuenta Beatriz, la abuela, quien en diciembre pasado, tras los primeros choques armados, dejó su casa y su negocio con todo y mercancías, también la camioneta que manejaba su difunto esposo y el cafetal con el grano listo para ser cortado.
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“Estoy esperando que mi hija salga de Chicomuselo. No sé nada de ella ni de mis nietos”, dice Beatriz, de 72 años de edad.
Añade que ha podido ver cómo algunos pueblos de ese municipio se han quedado sin habitantes. En algunas comunidades permanecen dos o cinco familias, que han preferido seguir al tanto de sus animales de corral, perros, algunas vacas y su cafetal.
Durante el martes y miércoles, cientos de pobladores decidieron abandonar la cabecera municipal de Chicomuselo y otras comunidades para buscar refugio en Siltepec, Tuxtla, San Cristóbal y Comitán, entre otros lugares.
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Ayer, un grupo que se había rezagado clamó por ayuda para poder salir del lugar, pero necesitaba camiones de redilas para movilizar el mayor número de personas.
Los que logaron salir lo hicieron por la carretera que enlaza Chicomuselo con La Concordia, atravesando sus vehículos en un chalán, en el embarcadero de Rizo de Oro, donde se construye un puente que lleva un avance de 33% y que —según el presidente Andrés Manuel López Obrador— estaría listo “antes de terminar esta administración”.
En Jaltenango, que junto a Chicomuselo ha sido escenario de enfrentamientos, persiste la incertidumbre. Cientos de pobladores mantenían el control del pueblo para evitar el avance del Ejército y Guardia Nacional hacia otras comunidades de la Sierra.
En Motozintla, habitantes participaron en las exequias de jóvenes que fueron asesinados por disparos de armas de fuego de un grupo criminal sobre la carretera federal 201, a la altura del municipio de Amatenango de la Frontera.
Se intensifica la crisis
Obispos de Chiapas y Guatemala advirtieron que no “hay condiciones” para el desarrollo de elecciones extraordinarias el próximo domingo 25 de agosto en los municipios chiapanecos de Chicomuselo, Pantelhó y Capitán Luis Ángel Vidal.
En un pronunciamiento, los obispos de los departamentos guatemaltecos de San Marcos y Huehuetenango, Bernabé Sagastume y Álvaro Cardenal Ramazzini Imeri, así como el obispo de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, y la encargada de movilidad humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Guadalupe Torres Campos, señalaron que a unos días del proceso electoral se ha “intensificado” la violencia.
Indicaron que el territorio de la Sierra es visto por los criminales con “intereses económicos, políticos, extractivistas, venidos de fuera”.
Llamaron a los tres niveles de gobierno a participar en operaciones para lograr el desarme de los grupos que pelean en la Sierra.
A los criminales les pidieron cesar hostilidades: “¡Paren! Los seres humanos no son objeto de desecho. La vida es sagrada, la sangre derramada clama al cielo y el corazón no olvida la sangre que nos salpica”.
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