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“Vengo a darle estos guantes a mi querido Cuauhtémoc para que le de sus chingadazos a la inseguridad y desearle todo el éxito”, fueron las palabras que el excampeón de boxeo Julio César Chávez dedicó al gobernador Cuauhtémoc Blanco , en un breve encuentro ante medios de comunicación.
La leyenda del boxeo se reunió con Blanco Bravo a quien conoció en su tierra natal en Culiacán, Sinaloa, hace varios años y desde entonces entablaron amistad.
Los guantes, dijo el gobernador, serán subastados para que lo recaudado se done a niños en albergues. Blanco Bravo reveló que los guantes son el primero de varios objetos deportivos que también serán subastados a beneficio de los sectores más vulnerables, pero principalmente niños.
El encuentro fue informal, en un ánimo de camadería y “entre cuates” que se gastaron bromas, especialmente cuando uno de los reporteros propuso un encuentro “a patadas y a trancazos” entre el exfutbolista y el exboxeador.
¿Estás loco?, expresó de inmediato el Cuauh, con este sí no me puedo meter es uno de los mejores boxeadores.
El mandatario del Ejecutivo retomó “la seriedad” y adelantó que ya entabló pláticas con el equipo del América, al que perteneció por varios años y donde alcanzó su esplendor profesional, para que los jugadores y exjugadores donen playeras también para subasta.
Julio César Chávez, aficionado del “rebaño sagrado” cuestionó ¿y de las Chivas no?, petición que no pudo rechazar Blanco y tuvo que admitir que “hasta” de las Chivas pedirá objetos deportivos.
Entrevistado al final del encuentro, el también narrador de box comentó que vino a visitar a su amigo Cuauhtémoc, luego de cancelar el encuentro en varias ocasiones por compromisos de ambos.
Recordó que él, además de su labor deportiva, cuenta con clínicas de rehabilitación de adicciones que puso al servicio del mandatario.
“Acuérdense que yo padecí de esta enfermedad y gracias a dios pude salir de las adicciones por un tratamiento. Ahora que hay tanta drogadicción y tanta violencia, si en algo pueden servir ahí están”, dijo en su peculiar tono norteño.
Cuestionado sobre alguna pelea de exhibición, Julio César prometió que él o su hijo Omar podrían realizar el encuentro en la entidad para sumarse a la causa benéfica, pero sin que se comprometiera a una fecha.