Por primera vez, obispos auxiliares y sacerdotes de la Arquidiócesis de esta ciudad celebraron la imposición de ceniza en todas las instituciones de educación superior de la zona metropolitana, incluyendo la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) en donde, por tratarse de una institución laica, se solicitó permiso de las autoridades universitarias, afirmó el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López .
El líder eclesiástico expresó que van a actuar siempre de manera respetuosa con los que no comulgan con la fe católica, por eso agradeció que les hayan permitido entrar a escuelas y facultades de la UANL. “Esperamos que no molestemos a nadie, es un acto muy sencillo”, asentó.
Cabrera López afirmó que los obispos auxiliares también asistieron al Tecnológico de Monterrey, la Universidad de Monterrey, entre otras instituciones educativas privadas, además de todos los hospitales y él por su parte asistió al Penal del Topo Chico para imponer ceniza a los internos.
Explicó que la tradición de la ceremonia de ponerse ceniza sobre la cabeza la tenía el pueblo de Israel que representaba una manifestación externa de su deseo de pedir perdón; que luego Cristo cambió esta determinación, buscando que la expresión externa quedara supeditada a la actitud del alma y del corazón.
Agregó que por esta razón cada año se impone la ceniza, para marcar este periodo de 40 días de Penitencia para llegar a Semana Santa, siendo este un tiempo para animar a la comunidad católica a dejar el mal y hacer el bien, a extirpar de nosotros todo sentimiento de agresión, de lo que nos aleja de la Ley de Dios, como el robo, el asesinato, el maltrato a los demás y a la naturaleza.
“Es tiempo de hacer obras de caridad, siempre hay alguien que necesita de nuestra palabra, comprensión, solidaridad, de nuestra ayuda económica; hoy se ayuna, pero también se hace caridad, porque siempre hay alguien que necesidad de nosotros”, declaró Cabrera López.
Comentó que él mismo acudiría por la tarde al Penal del Topo Chico para imponer la ceniza a los internos, con el mismo interés que se acudió a universidades y hospitales “pues todos tenemos que cambiar, portarnos bien, incluyendo, sacerdotes, religiosas, y todos los fieles ninguno tenemos permiso de pecar”.
afcl