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Xalapa.— Fatigados por la travesía, miles de centroamericanos retoman fuerzas en diversas regiones de Veracruz, sobre todo en el caluroso municipio de Tierra Blanca.
Arropados por autoridades federales, estatales y municipales, los más de 2 mil ciudadanos de El Salvador y Honduras se encuentran refugiados en el auditorio y terrenos de la Expo Feria de la Asociación Local Ganadera, donde reciben cobijo, agua y alimentación.
En la colonia Obrera, a unas cuadras de la carretera federal 145 Tinaja-Ciudad Alemán, el hondureño Jean asegura que recuperan fuerzas para emprender a primera hora de este domingo la caminata hacia la frontera norte de México.
Platica que la noche del viernes llamó vía celular a su hermana en Los Ángeles, California, le confesó su sorpresa por la vigilancia que arropa al grupo en su travesía por las principales carreteras del sur de México.
En un primer bloque que llegó ayer en la noche a Tierra Blanca eran mil 975 migrantes, detalló el enlace regional de la Secretaría de Protección Civil del estado, Salvador Cruz García. El sábado se sumaron otros 300.
La mayoría trae un cobertor, una colchoneta enrollada con pita y poca ropa, recolectada en el trayecto por ciudadanos altruistas.
En el albergue, las filas son constantes para recibir comida; la gente se arremolina en torno a las pipas de agua del Cuerpo de Bomberos para bañarse; y los campos de pasto verde se convirtieron en su cama.
Los varones —en bóxer— y las damas —con shorts y brasieres— deambulan por los albergues en busca de algo que los entretenga mientras las horas pasan; otros más duermen.
El alcalde de Tierra Blanca, Patricio Aguirre Solís, atendió la crisis humanitaria que representa el éxodo de ciudadanos de los países de Centroamérica. “Hemos ayudado hasta donde las capacidades dieron para alimentar, dar cobijo, un albergue y atención médica, sobre todo a las decenas de niños que vienen en los contingentes”, dijo.
El pasado viernes, los primeros migrantes comenzaron a pasar por la zona centro, a la altura de los municipios de Córdoba y Orizaba, con dirección hacia el estado de Puebla.
A diferencia de la primera caravana, las autoridades municipales decidieron no disponer de albergues para resguardar a los hombres, mujeres y niños que buscan llegar a la frontera con Estados Unidos.
En Rancho Trejo, perteneciente al municipio de Amatlán de los Reyes, personal de la Cruz Roja y de Protección Civil instalaron módulos para auxiliar a los que viajan a bordo del transporte de carga.
En el albergue de la comunidad La Patrona, las mujeres dedicadas a apoyarlos se han preparado para recibir a los migrantes, aunque hasta el momento ninguno piensa quedarse.