El éxodo migrante continuó ayer en México entre el riesgo de contraer influenza y los señalamientos de las autoridades de Jalisco, que cerraron un albergue con el argumento de que unas 100 personas violaron el reglamento del lugar.
En Escuinapa, Sinaloa, donde se han registrado 26 casos de influenza A1HN1, se encendieron las alertas ante el paso de los migrantes, por lo que se implementaron brigadas de salud para evitar que enfermen.
En Nayarit, que enfrenta una emergencia provocada por el paso del huracán Willa, el gobierno del estado implementó la misma estrategia que ha utilizado desde el domingo pasado, para evitar que los migrantes permanezcan en la entidad y les proporcionó ayuda de transporte hasta los límites con Sinaloa.
En tanto, en Jalisco, autoridades decidieron cerrar el albergue que había habilitado en el auditorio Benito Juárez, argumentando que unas 100 de las más de 5 mil personas que pasaron por ahí ingirieron bebidas alcohólicas, tuvieron relaciones sexuales o provocaron riñas.
En Sonora se detectó el paso de más de mil 500 centroamericanos, que se dirigían a Tijuana, Baja California, para posteriormente pedir asilo en tierras estadounidenses.
Hasta hora, en menos de cinco días, han llegado a Tijuana unos 800 migrantes centroamericanos.