Guadalajara.— A diferencia de lo ocurrido con la vacunación contra el Covid-19 para maestros y personal administrativo de las escuelas de Jalisco, la aplicación de la segunda dosis para los adultos mayores de 60 años de Guadalajara volvió a ser un caos.
En los cuatro módulos que se instalaron en la capital jalisciense hubo largas filas, ancianos esperando durante horas al rayo del sol y poca o nula información sobre el proceso.
Incluso, en el módulo instalado por la Universidad de Guadalajara (UdeG) para recibir la vacuna en el auto fueron los propios agentes de la Policía Vial los que causaron confusión y desorden.
Antonio acudió desde las 06:30 horas con sus padres a este módulo, ubicado en el Centro Universitario de Ciencias Exactas y Humanidades de la UdeG y cuando llegó ya había una fila de autos organizada por los propios ciudadanos.
Sin embargo, antes de las 08:00 horas un oficial de Vialidad provocó el caos diciendo a quienes estaban en la fila que ese no era el lugar para formarse con el vehículo y los mandó a otro sitio; la falta de organización y de personal vial provocó que pronto se formara una fila de autos de casi 10 kilómetros que se extendió sobre la carretera a Chapala.
Casi nueve horas después, Antonio llegó hasta el módulo de vacunación donde las cosas fluyeron a un ritmo más rápido.
Funcionarios públicos y servidores de la nación señalaron que muchas personas no tenían el documento para comprobar que habían recibido la primera dosis, lo que retrasaba las cosas.
Inmunizan a médicos privados
En contraste, la primera jornada de vacunación a personal médico, de enfermería y odontología en el que se incluyó a quienes laboran en el sector privado transcurrió ágilmente en el macrocentro instalado en el Auditorio Benito Juárez de Zapopan, donde se aplicaron más de 5 mil dosis.