Oaxaca.— La primera noche que México vivió oficialmente en la fase 3 de la pandemia de Covid-19, declarada por autoridades federales de Salud, decenas de campesinos originarios de comunidades indígenas de Oaxaca pernoctaron en las calles del Centro Histórico de la capital del estado, con la esperanza de cobrar apoyos federales.
Los pobladores, quienes durmieron haciendo fila en la calle, esperaban que abrieran los bancos para cobrar los recursos que les corresponden como parte del programa Producción para el Bienestar, antes Procampo, dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). Al año reciben mil 600 pesos por hectárea de tierra.
Decenas de personas, en su mayoría adultos mayores —la población más vulnerable al Covid-19— decidieron quedarse en la fila toda la noche, pues el martes no alcanzaron una de las entre 250 y 300 fichas que repartió el banco para la atención a clientes. Ante la opción de viajar hasta ocho horas a sus comunidades, como Peñoles, Ejutla de Crespo, Sola de Vega y otras de la región Sierra Sur, decidieron quedarse a dormir en las banquetas de las calles Hidalgo y Armenta y López.
De acuerdo con testimonios de los pobladores, la saturación de las sucursales bancarias se debe a las medidas de sana distancia implementadas para evitar contagios. Las instituciones bancarias trabajan con menos personal y no se permite la aglomeración de usuarios.
Las largas filas afuera de los bancos comenzaron el lunes, el primer día que se decretó el uso obligatorio de cubrebocas en Oaxaca.
Ese día elementos de Protección Civil pedían a la gente que esperaba guardar la sana distancia, entregaron cubrebocas y enseñaron a los pobladores a usarlos.
El martes, las filas continuaron en el centro de la ciudad y, según reportes de los afectados, eran hasta tres horas las que debían esperar para cobrar los apoyos de los programas federales. Incluso se registraron mareos y desmayos por el calor.
Las concentraciones de campesinos que acudían a cobrar también se reportaron en las cidades de Huajuapan de León y Tuxtepec.
La noche del martes, los campesinos decidieron pernoctar a la intemperie. En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se pudo ver que antes de las ocho de la mañana de ayer, la fila de personas dormidas le daba una vuelta a la cuadra. Y aunque algunos trataban de mantener espacios de un metro, otros se durmieron sin observar la distancia recomendada.
En el transcurso del día, elementos de la policía municipal transportaron en sus patrullas a algunos pobladores para que pudieran cobrar en otras sucursales.
Vecinos criticaron que mientras el gobierno federal insta a quedarse en casa, no se tomen las medidas para que los campesinos no se expongan al contagio. Ayer, los Servicios de Salud de Oaxaca confirmaron 80 casos positivos y ocho defunciones por Covid-19.