Xalapa.— Durante las últimas dos décadas, las advertencias sobre una elevación del nivel del mar por el cambio climático han sido la constante.
Con datos poco precisos, año tras año la noticia se repitió con alertas sobre los “graves” riesgos en poblaciones asentadas en los márgenes del golfo de México y el mar Caribe. Hasta hoy se tienen cifras concretas de la dimensión de un posible daño que podría afectar a más de 5 millones de personas.
La proyección al año 2100 estima que los seis estados de la costa atlántica del país sentirán los efectos del cambio climático.
Un grupo multidisciplinario de investigadores de institutos y universidades públicas han logrado concretar el primer estudio que evalúa conjuntamente y de manera integral zonas potencialmente inundables de vegetación, usos del suelo y población humana.
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La investigación Los impactos esperados del nivel del mar en la costa atlántica mexicana fue realizada por Édgar A. Sánchez García, Carlos Yáñez Arenas, Roberto Lindig Cisneros, Andrés Lira Noriega, Roberto Monroy Ibarra y Patricia Moreno-Casasola.
La construcción de un modelo sintético de elevación del nivel del mar de uno y dos metros arrojó —literalmente— un mundo de estadísticas que dimensionan claramente los efectos que habrá en Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Para poner en perspectiva las dimensiones de lo obtenido en la investigación, basta decir que con un metro de elevación del mar se inundarían cerca de 6 mil kilómetros cuadrados de la costa atlántica mexicana, equivalente a cuatro veces el territorio de la Ciudad de México.
La perspectiva de población afectada —con un metro de elevación del mar— es de casi 125 mil habitantes de manera directa e indirecta de casi 5 millones 600 mil personas. Si el nivel del mar crece hasta los dos metros, serían 440 mil los afectados de manera directa y más de 5 millones los indirectos.
“Hay cuatro trabajos previos en México, tres que aportan información nueva, pero son trabajos de años atrás y nunca se había abordado desde un punto integral donde abarque tipos de uso de suelo, ecosistemas y contabilizara a la población que pudiera estar vulnerable”, explica el estudiante de doctorado de la Red de Ecología Funcional del Instituto de Ecología, A.C., Édgar Sánchez García.
De acuerdo con el Inegi, de un total de 70 tipos diferentes de vegetación y uso de suelo en México, 27 se encuentran en las zonas potencialmente inundables. Los humedales y las áreas dedicadas a la producción agrícola y pecuaria serían las más afectadas en los dos escenarios.
Se prevén fuertes afectaciones en términos económicos, sociales e impactos ambientales en la costa atlántica de México, alertan los integrantes del Instituto de Ecología, A.C. y del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y de la Unidad Académica Sisal de la Universidad Nacional Autónoma de México.
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Inundaciones golpearán zonas urbanas
Se estima que con un aumento de uno a dos metros del mar, las aguas ingresarán a zonas de 49 y 51 municipios costeros, donde ocho importantes ciudades con una población mayor a los 100 mil habitantes sufrirán los estragos: Tampico (Tamaulipas), Veracruz, Minatitlán y Coatzacoalcos (Veracruz), Carmen y Campeche (Campeche), Cancún y Chetumal (Quintana Roo).
“Estas zonas tienen un alto grado de vulnerabilidad. Con el paso del tiempo se podrá ir moviendo y desplazando la población y los ecosistemas, pero esas zonas que detectamos como potencialmente inundables son los focos rojos”, alerta Sánchez García.
En términos generales, las seis entidades sufrirían algún tipo de afectación, pero tres tendrían los impactos mayores: Campeche con 45% del total de la población directamente dañada; Veracruz con 18%, y Quintana Roo, 12%.
“Para poder evaluar de manera precisa los riesgos debidos al incremento en el nivel del mar y tomar las medidas acertadas en beneficio de su población y ecosistemas naturales, México requiere invertir en tecnología y análisis detallados y periódicos de sensores remotos y campo”, advierte el investigador por México del Conacyt y de la Red de Estudios Moleculares Avanzados del Instituto de Ecología, A.C., Andrés Lira Noriega.
Ecosistemas gravemente dañados
El aumento del nivel del mar —evaluado con distintas variables— pegará a diferentes ecosistemas, principalmente a los humedales de agua salobre y dulce, y pondrá en riesgo a cientos de habitantes costeros y sus medios de vida.
Las regiones potencialmente inundables fueron similares y asociadas a zonas deltaicas, lagunas costeras —como Laguna Madre en Tamaulipas; Tamiahua y Alvarado, Veracruz, y la Laguna de Términos en Campeche—, y a zonas bajas de la península de Yucatán.
Con aumento del nivel del mar de un metro, se registró una superficie total de 581 mil hectáreas potencialmente inundables y con dos metros la cifra es de 896 mil hectáreas.
Los estados de Campeche, Quintana Roo y Tabasco serían los de mayor superficie potencialmente inundable, en ambos escenarios.
Con las solas cifras parecería imposible dimensionar el impacto en las personas, pero la percepción cambia cuando se sabe que quedarían bajo el agua miles de hectáreas de tierras agrícolas, pecuarias, de riego y temporal, pastizales, manglares, dunas costeras, matorrales, sabana, selva alta, baja y mediana, así como vegetación.
A pesar del amplio trabajo, para el grupo multidisciplinario será necesario continuar desarrollando modelos basados en procesos con registros a nivel local y a mayores resoluciones espaciales, para tener mayor precisión sobre áreas deltaicas, lagunas costeras, humedales de agua dulce y principales ciudades costeras.
Ello permitiría poner en valor los servicios ecosistémicos y proponer estrategias para la conservación y restauración ecológica de los principales ecosistemas vulnerables, así como estrategias de adaptación de las poblaciones humanas y ciudades costeras.