Pachuca.— La vida de Nicole transcurría como la de cualquier niña normal: entre sus clases, su familia y los juegos.
Nicole, cuenta su madre, es desconfiada, fuerte y segura, pero el rostro sonriente de la pequeña, a quien le gustaba salir a andar en bicicleta, ya no aparece más por las mañanas y ahora sus padres sólo la ven en fichas de búsqueda o en lonas que llevan escrito #NosFaltaNicole.
Cecilia y Jorge son los padres de la niña de siete años, quien no se perdió... el 2 de marzo se la llevaron de su domicilio en la colonia Rancho Don Antonio, en Tizayuca, esa ciudad que en pocos años se fundirá con el Estado de México y la mancha urbana terminará por ser sólo una.
A este lugar llegó la familia Santos Palafox gracias a un crédito de Infonavit que le permitió a Jorge adquirir una casa; por un año, dice Cecilia, ésta fue rentada, pero después decidieron irse a vivir a Hidalgo.
Ella es originaria de Guanajuato y él, de la Ciudad de México.
Tizayuca parecía ser la opción hace 14 años, cuando decidieron radicar en esta entidad; en ese entonces el lugar era seguro, las colonias no estaban tan pobladas y las historias de mujeres y niñas asesinadas sólo estaban en los periódicos, lejos.
“No me imaginé nunca que a nosotros nos pasara”, dice Cecilia. Pero sí, el México feminicida en el que desaparecen a niñas y a mujeres los alcanzó y, hoy, Nicole lleva 10 días desaparecida.
Jorge cuenta que ese martes 2 de marzo todo transcurría de manera normal: había estado en la casa con sus hijos —una de 14, otro de 12 y la pequeña de siete años— y, alrededor de las 8:00 de la noche, Nicole le pidió permiso para salir a dar algunas vueltas en su bicicleta.
“Ese día comimos con ella y cerca de las 6:00 pm que terminamos estuvimos jugando un poco; alrededor de las 8:00 pm salió a jugar y después entró y me dijo: ‘Papá, aquí estoy’. Yo le contesté que estaba bien, pero que se metiera ya a estudiar”, comenta.
Ella sacó su bicicleta y se fue a dar vueltas a la privada, donde no corría ningún peligro.
En algún momento, la pequeña regresó a dejar la bicicleta, pero Jorge no la vio. Ella salió de nuevo a jugar con los niños de su edad, hasta que llegó Michel, su hermana, y pregunto por ella.
Fue ahí que todo comenzó. Una nueva realidad apareció desde hace 10 días en la familia Santos Palafox. Llegó de golpe, ya que Nicole estaba desaparecida. La buscaron por todos lados; primero en la casa, en la calle e incluso en la casas aledañas.
Los vecinos salieron y buscaron en toda la colonia, pero ella no apareció.
Cecilia dice estar cansad
a de los rumores y sólo pide que le regresen a su hija: “Estamos destrozados, le pedimos a Dios que les toque el corazón a esas personas que se llevaron a mi niña y que me la regresen”.
Los días, dice, son interminables y difíciles: “Nunca pensamos que nos pudiera pasar algo así”.
Son ya 10 días en que la pequeña no ha sido vista. A las pocas horas de no haber sido localizada en la colonia comenzaron a surgir los rumores: dos vecinos se dedicaban a molestar a las jóvenes y a las niñas, por ello, Jorge alertó a las autoridades y señaló que podían ser ellos los sospechosos.
Las líneas de investigación que siguen las autoridades de la Procuraduría de Justicia se enfocaron en los sospechosos.
Pero la búsqueda en la región continúa: elementos de la policía investigadora, de Protección Civil, buzos, así como unidades caninas y drones han mantenido los recorridos.
Los rumores de que había sido localizado un cuerpo cerca de la colonia Rancho Don Antonio comenzaron la mañana del miércoles. Algunos aseguraron que se trataba de la pequeña y, por la noche, las autoridades informaron que se había localizado un cadáver, pero sólo eso.
La identidad no se dio a conocer. Los padres de la niña Nicole fueron llamados a la procuraduría; durante la noche, les informaron que se había encontrado un cadáver y que era necesario cumplir con los protocolos oficiales, entre ellos, llenar un cuestionario ante mortem.
Éste forma parte del protocolo en el que se toman datos de la familia para conocer detalles de la persona no localizada, como alguna fractura, un dato antropológico, odontológico y la prueba de ADN.
“No nos han dicho, por el momento, nada; sabemos del cuerpo que encontraron, pero yo pienso que si fuera ella ya la tuviéramos con nosotros así como está”, añade Cecilia.
El lunes pasado, elementos de la policía investigadora detuvieron a un sujeto —que fue identificado con las iniciales M.A.H.P— por el delito de desaparición cometida por particulares.
Al día siguiente, cuando se perdió el rastro de la menor, comenzó a circular un video de una casa particular.
En el material se puede ver a un grupo de niños, entre ellos Nicole, cuando un hombre se acerca con algunos juguetes.
Inicialmente, el video había sido desestimado, ya que no coincidía con la hora en que se reportó la desaparición.
Es decir, en las imágenes la hora marcaba poco después de las 5:00 de la tarde, mientras que a Nicole se le perdió de vista después de las 8:00 de la noche.
El sujeto detenido, según se mencionó, es vecino de la familia Santos Palafox.
Al respecto, la madre de la niña dice que nunca sospecharon de él, era un vecino con el que no tenían relación y sólo se saludaban si se encontraban. “No creímos que fuera capaz, tiene familia, una esposa y su hijo”, refiere.
Sin embargo, cuenta que una vez que se conoció la desaparición de su hija comenzaron a surgir informes de que el hombre molestaba a jóvenes y niñas.
Al momento, oficialmente Nicole sigue desparecida y no se ha dado a conocer la identidad del cuerpo localizado.
Ante el caso, una marcha feminista gritó su nombre el miércoles: “#NosFaltaNicole”.