Mérida.— Yucatán es uno de los estados del país con mayor incidencia en entre 11 y 14 años de edad y de jóvenes, siendo que la mayoría son consecuencia de actitudes y procesos de violencia hasta en el mismo hogar.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Mujeres en Yucatán y de investigaciones académicas y universitarias, cada año se documentan entre 135 y 149 casos de embarazos juveniles, la mayoría son consecuencia de violaciones, incluso de parte de familiares.

Sobre el tema, la investigadora de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y del Centro de Investigaciones Hideyo Noguchi, de esa máxima casa de estudios, Gina Villagómez Valdés, aseguró que hasta ahora se pondrán en marcha proyectos y políticas públicas para enfrentar el problema de los embarazos infantiles.

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Reconoció que es necesario “tomar el toro por los cuernos” y enfrentar el serio problema de embarazos en niñas y jóvenes que, en la mayoría de los casos, es consecuencia de violaciones y desintegración familiar.

Proyecto

El gobierno de Yucatán acordó con Organon, empresa farmacéutica, con la consultora Deloitte y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) implementar mediante un esquema de inversión sostenible, estrategias innovadoras encaminadas hacia la prevención del embarazo en la niñez y adolescencia, misma que, al año 2025, impactará en 25 municipios, con lo que Yucatán se convertirá en la única entidad pionera en todo el país de este proyecto.

Fue así que, en días pasados, el gobernador del estado, Mauricio Vila Dosal, firmó una carta de intención con la representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en México, Alanna Armitage; el director de Organon México, Fernando Fogarín; la socia de Sostenibilidad y Cambio Climático en Deloitte Spanish Latinoamérica, Claudia Restrepo Múnera, y la titular de la Secretaría de las Mujeres (Semujeres), María Cristina Castillo Espinosa, para concretar este compromiso, con el que se buscará que niños, niñas y adolescentes tengan la posibilidad de detonar su potencial y cumplir sus objetivos personales.

Esta estrategia ha sido pensada para los próximos tres años y articulada desde varios frentes, de tal forma que no dependa sólo del presupuesto público para garantizar su continuidad.

Hasta el momento se habla de una inversión inicial aproximada de 3.2 millones de dólares, con recursos estatales, de Organon y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El plan tiene como objetivo reducir el número de casos de embarazos, a través de un modelo de financiamiento de pago por resultados que involucra al gobierno estatal para implementar acciones de prevención, con sus programas y presupuesto, y al sector privado como inversionista, por lo que se potenciarán los esfuerzos focalizados para llevar a las comunidades acciones integrales con mayor cobertura.

“Estamos comprometidos con que cada niña, niño y adolescente pueda ejercer sus derechos, con la libertad y seguridad de que está a salvo y su cuerpo le pertenece, por lo que nos congratulamos por esta colaboración”, señaló Fernando Fogarín, director general de Organon México, tras mencionar que los embarazos a esas edades, particularmente en poblaciones alejadas, marginadas e indígenas, son resultado de varios factores invisibilizados y no atendidos.

Vila Dosal precisó que Yucatán hará historia al convertirse en pionera al impulsar este mecanismo multiactor para el financiamiento sostenible, por lo que destacó la visión y el compromiso con las niñas y adolescentes del estado.

En tanto, María Cristina Castillo, de Semujeres, declaró que el territorio de Yucatán ha dado pasos importantes para atender este tema, pero también necesita más impulso para mejorar los resultados, por lo que hacer alianzas con instituciones y empresas de talla internacional representa una muy buena noticia.

Las 25 demarcaciones prioritarias elegidas por tener las mayores tasas de embarazos en niñas y adolescentes son Abalá, Buctzotz, Cantamayec, Celestún, Chemax, Conkal, Dzilam de Bravo, Hunucmá, Izamal, Kanasín, Mama, Oxkutzcab, Umán, Sacalum, Sudzal, Suma, Tekal de Venegas, Tekax, Telchac Puerto, Temax, Temozón, Tixcacalcupul, Tizimín, Yaxcabá y Yobaín.

La Secretaría de las Mujeres realiza pláticas de prevención del embarazo adolescente y violencia de género en diferentes escuelas, Foto: Tomada de Twitter
La Secretaría de las Mujeres realiza pláticas de prevención del embarazo adolescente y violencia de género en diferentes escuelas, Foto: Tomada de Twitter

Temor e ignorancia

La investigadora y académica Villagómez Valdés informó a EL UNIVERSAL que, junto con nuevas políticas públicas para frenar los embarazos en niñas de Yucatán, es necesario trabajar en el seno de las familias en el ámbito rural, porque la ignorancia, el temor y el desinterés contribuyen a generar un ambiente que promueve este tipo de prácticas y hasta naturalizarlas, es decir, que se vean como “algo normal y adecuado”.

La doctora explicó que en trabajos territoriales que ha realizado la UADY ha quedado de manifiesto que el problema de los embarazos a temprana edad en Yucatán ha sido creciente en los últimos 10 años.

“Hay casos de niñas de 10, 11 y 12 años de edad que han sido violadas, humilladas y que resultan embarazadas y tienen un bebé cuando ellas apenas están teniendo vida”, indicó.

Subrayó que es tarea también del sector educativo en Yucatán el trabajar desde los hogares indígenas sobre este tema.

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Porque “no se trata de que una sola dependencia de gobierno aborde el asunto, es algo que debe hacerse de manera integral”, puntualizó la experta.

Ante la gravedad de este problema, se sugirió realizar más estudios “de campo”, para saber las condiciones sociales y geográficas en las que viven estas niñas y los riesgos que enfrentan.

Si bien es cierto, señaló la investigadora, que “hay otras entidades con severos problemas infantiles como Chiapas, Oaxaca o Guerrero, la realidad es que no hay que dejar crecer ese problema en Yucatán”, concluyó.

Problema de cultura

El proyecto de Semujeres es lograr que desde pequeñas las niñas entiendan que tienen opciones diferentes, estudiar, recibirse y tener una carrera, un oficio, ser emprendedoras y no exclusivamente pensar en que “su mejor posibilidad es casarse o embarazarse aun siendo niña o joven”.

La titular de la Secretaría de las Mujeres, María Cristina Castillo Espinosa, manifestó que con este convenio se buscará “empezar en 25 de los 106 municipios de Yucatán, con información y orientación para niñas y jóvenes adolescentes sobre sus opciones a futuro y no únicamente pensar en embarazarse como parte de su desarrollo”.

La funcionaria admitió que los problemas de embarazos en niñas y adolescentes tiene que ver con varios factores, entre ellos, la desintegración familiar, la marginación social y pobreza, y también incide el machismo y la falta de educación.

Los embarazos en niñas en poblaciones marginadas e indígenas son resultado de factores no atendidos, dijo Fernando Fogarín, de Organon, Foto: Archivo / EL UNIVERSAL
Los embarazos en niñas en poblaciones marginadas e indígenas son resultado de factores no atendidos, dijo Fernando Fogarín, de Organon, Foto: Archivo / EL UNIVERSAL
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