Cuernavaca.— Graco Ramírez, gobernador morelense, propuso buscar un acuerdo para elevar los salarios de los trabajadores y mejorar el poder adquisitivo y contribuir al consumo interno, pero rechazó que el incremento se dé por decisión unilateral del gobierno, mediante decreto, porque ello generaría una distorsión económica e iniciaría una espiral inflacionaria.
El pacto se puede lograr basado en la responsabilidad sin afectar la estabilidad económica del país, dijo en la celebración del Día Internacional del Trabajo, en el que reconoció el compromiso de los líderes de los trabajadores y empresarios para construir la política laboral de Morelos que se caracteriza por la paz.
Expuso que el Consejo Ciudadano Laboral del estado ha generado certidumbre y confianza, porque terminó con la colusión y corrupción de autoridades laborales con dirigentes y abogados que atentan contra la inversión privada y dañaba la imagen del estado.
Los dirigentes obreros del estado coincidieron en que la paz laboral y social que priva en la entidad han contribuido a la llegada de inversiones que han generado empleo y, con ello, se ha elevado el bienestar de las famlias del estado.
Calificaron como un acierto la creación del Consejo Ciudadano Laboral —integrado por representantes de los sectores obrero y patronal, así como abogados laboristas—, porque a través de la conciliación y el acuerdo generarán certeza y confianza a trabajadores, empresarios e inversionistas.
El dirigente de la Confederación Nuevo Grupo Sindical y presidente del consejo, Bulmaro Hernández Juárez, manifestó que a pesar de las condiciones que vive el país, en Morelos todos los sectores “estamos unidos en torno a la paz laboral”.
Artura Marquina Rubio, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Organismos Descentralizados, reconoció el apoyo del gobernador Graco Ramírez: “Ha brindado a los empleados de Conalep para que fueran reconocidos dus derechos y prestaciones sociales”.
La representante de los maestros del Programa Estatal de Inglés, Liliana Miranda Rodríguez, comentó que ella y sus compañeros son testigos de cómo el cumplimiento de la palabra empeñada puede cambiar la vida de las personas y familias. “El gobernador reparó el daño que, durante 20 años, se causó a los profesores. Ahora cuentan con prestaciones y está en proceso de que se reconozca su antigüedad”, dijo.