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Durango.— Las principales problemáticas de la Escuela Normal Rural J. Guadalupe Aguilera de Durango giran alrededor de la infraestructura de la institución, pues se ha realizado una reorganización de la escuela que incluso ha dejado en el pasado las llamadas “novatadas”, consideró el director de esta normal, Enrique Valenzuela Dorado.
La normal J. Guadalupe Aguilera, ubicada en el municipio de Canatlán, a 50 kilómetros de la capital, fue construida en 1926 y, según el director, se requieren renovaciones en líneas eléctricas, agua potable, drenaje y un mantenimiento general. “La problemática es de orden estructural, es una escuela vieja, de muchos años”, recalcó.
Afirmó que ya se han entablado conversaciones con autoridades y existe la disposición de quienes están a cargo de invertir en la infraestructura, aunque aclaró que es una cuestión de trabajo y gestión de recursos.
Los edificios más nuevos de la norma rural tienen al menos 50 años. “En esa parte es donde se nota la necesidad de atención; el edificio central, que es el más antiguo, desde el 26, sigue presentando los achaques del tiempo, filtraciones, se ha dado mantenimiento, pero es insuficiente”, admitió el director.
En busca de renovación. En cuestión académica, el director Enrique Valenzuela indicó que están en un proceso de estabilidad y trabajo, además de ajustes a la organización interna. “Estamos armando un proyecto, estructurando un plan de desarrollo para la formación de docentes con otros elementos académicos”, informó.
El director, quien tiene en el cargo desde noviembre de 2018, refirió que se encuentran en un proceso de reestructuración y ajuste, en el que buscan enfatizar en una proyección cultural, cívica y de formación integral.
“Nos estamos ajustando a las nuevas reformas, abriendo estos ejes prioritarios en la formación de estudiantes, en educación, por lo tanto que tenemos que estar a la vanguardia, si las líneas se mueven, no esperar a que se impongan, sino ver qué tenemos que hacer”.
Actualmente la normal de Aguilera —como se le conoce— tiene una población de 410 jóvenes a los que la Secretaría de Educación les tiene un presupuesto asignado de 116 pesos diarios para su sostenimiento.
Enrique Valenzuela comentó que las plazas son fijas y que no han registrado variaciones en su matrícula en los últimos años.
Los muchachos que se acercan a la normal provienen de distintas zonas de Durango, Chihuahua y La Laguna, principalmente. “Son los puntos centrales donde se mueve, de los distintos municipios, la mayoría de origen campesino o de bajos recursos. Ven en esta institución una oportunidad para superarse. La mayoría de los estudiantes tienen esa necesidad de apoyo”, comentó el director.
La normal rural de Durango ha formado históricamente a licenciados en Educación Primaria. Sin embargo, el director adelantó que tendrán próximamente la licenciatura en Inclusión Educativa, la maestría en Educación en el campo de intervención didáctica y el doctorado en Educación contemporánea.
“Se tienen las líneas para forjar esos maestros, capaces de atender cualquier necesidad educativa que se presente en las instituciones. La maestría tiene la premisa fundamental de que el eje debe estar en los problemas de aprendizaje del estudiante, formándose para mejorar. El doctorado ya está autorizado a nivel nacional y estatal, y está respaldado por cuatro normales del estado”, anunció Valenzuela Dorado.
Cierran puerta a “novatadas”. En agosto de 2018, un estudiante de nuevo ingreso de la normal rural falleció a causa de distintas actividades que realizó como parte de un “curso de inducción” de los mismos alumnos, que en realidad era una “novatada”, por lo que el caso atrajo el reflector nacional.
Para Enrique Valenzuela, la huella del suceso allí quedó, pero consideró que la institución va más allá de ese suceso trágico. “Estamos al servicio de la sociedad”, recalcó.
Aclaró que las novatadas ya se eliminaron y que actualmente la visión de los estudiantes gira en torno a una responsabilidad y visión auténtica del maestro rural.
“Fueron circunstancias que se generaron, pero no se ha perdido rumbo, lo sostiene, actualiza y acrecienta de acuerdo a las necesidades de la sociedad”, comentó.
Valenzuela remarcó que la eliminación de las “novatadas” ha sido parte también del proceso de reorganización con la idea de que todo lo que se mueva al interior sea en el plano institucional y así trabajar entre los actores primordiales, docentes y estudiantes.