Quien no se anda por las ramas en eso de mostrar músculo, nos afirman, es el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla (Morena), pues ayer sorprendió con una visita después del mediodía a Palacio Nacional, donde no sólo se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador, sino también con Armando Ayala, alcalde de Ensenada, lo que de inmediato desató las versiones de que él será el ungido para ir por la gubernatura el año próximo. Pero eso no es todo, nos añaden, pues este encuentro se da en medio de versiones que apostaban a que el gallo estaba en la figura del secretario de Economía de BC, Mario Escobedo, y, peor aún, de un conflicto con los munícipes morenistas de Tecate, Zulema Adams, y el edil con licencia de Tijuana, Arturo González, quienes han estado muy movidos e inquietos en la arena política.

¿Una mala copia de Morelos?

Mal les salió a los morenistas del sur, nos narran, emular a José María Morelos y Pavón, presentando su propio postulado, Sentimientos del Sur, como una especie de proyecto de gobierno para Guerrero, en miras a las elecciones de 2021. El tema, nos especifican, es que dejando de lado los crecientes casos de Covid-19, los políticos guindas, encabezados por Eloy Cisneros, asesor de la alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo, armaron un mitin en el Zócalo de la capital, al que llegaron unas 200 personas sin sana distancia. Al final, nos dicen, lo más contradictorio fue que, entre las máximas se enfatizó en la igualdad entre guerrerenses y el respeto de las leyes... pero comenzaron con el mal ejemplo, pues, de entrada, el Zócalo está restringido para la población.

La imprudencia de la vanidad

El alcalde de Mazatlán, Sinaloa, Luis Guillermo Benítez Torres (Morena), nos aseguran, cayó en la impertinencia, ya que, a pesar de que su terruño se vuelve a acercar al color rojo en el semáforo epidemiológico, no desaprovechó el marco de su segundo informe de gobierno, para presumir que el turismo recupera su ritmo y que en su administración priva la transparencia. Según nos explican, lo que más se le criticaron al munícipe fue haber celebrado un evento con decenas de invitados, quienes se dieron cita en el emblemático Teatro Ángela Peralta, en donde hubo música de banda y hasta se exhibió un breve documental sobre los principales logros de don Luis. No cabe duda de que, de los pecados capitales, la vanidad es el más peligroso, se escuchó por ahí.

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