Celaya.— Las fuerzas federales y estatales entraron ayer en la comunidad de Santa Rosa de Lima, ubicada en los límites de Villagrán y Celaya, tras librar diversos bloqueos de vehículos incendiados en carreteras y en los accesos al poblado.
Cientos de elementos de la Marina, Armada de México, Ejército, Gendarmería, Policía Federal, Fuerzas de Seguridad Pública y Fiscalía del estado se movilizaron por diversas vías hacia la comunidad, identificada como punto clave de operaciones del cártel que lleva el mismo nombre, liderado por El Marro, implicado en el robo de combustible.
Civiles quemaron al menos 20 vehículos, entre ellos una unidad de la policía estatal, al percatarse de que patrullas y camiones blindados entraban en la zona, mientras helicópteros sobrevolaban la región.
Los bloqueos ocurrieron durante la madrugada en el camino que va a Santa Rosa de Lima, así como en las carreteras de Celaya-Salamanca, Celaya-Querétaro y Juventino Rosas.
Anoche, el fiscal federal de Guanajuato, Carlos Zamarripa, dijo que en el operativo se logró rescatar a seis personas privadas de la libertad, entre ellas policías y una mujer.
También reportó varias detenciones y la recuperación de 12 vehículos con reporte de robo. El funcionario agregó que en cateos en domicilios se aseguraron armas de fuego, cartuchos y equipo táctico, y se localizaron recibos de nómina del Cártel de Santa Rosa de Lima.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal (SSP), Álvar Cabeza de Vaca, señaló que hasta las 22:00 horas de ayer continuaba el operativo.
Previamente, el gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, acusó que las personas que se manifestaron por los operativos son contratadas por grupos delincuenciales para evitar el ingreso de las fuerzas de seguridad.
“Nosotros no nos vamos a detener, hay Estado de derecho y hay mano firme, va a restituirse la paz en Guanajuato y va a empezar en Santa Rosa [de Lima]”, aseguró.
Rodríguez Vallejo informó que el operativo, encabezado por la Secretaría de Marina, inició a la medianoche del domingo. “Hace mucho que la autoridad no entraba a Santa Rosa, hoy la autoridad está ahí”, aseveró.
En la calle principal de la localidad quedaron automóviles, camionetas y motocicletas calcinadas, vehículos con vidrios rotos y otros parcialmente desmantelados; la puerta de una vivienda desprendida y ventanas dañadas.
Policías estatales y federales con equipos antimotines se colocaron en las calles en torno de la plaza de la comunidad, mientras otros elementos catearon domicilios.
Vecinos acusaron a los agentes “de entrar a sus casas sin autorización”, dañar sus autos y llevarse cosas de su propiedad sin autorización.