Puebla.- El gobernador Miguel Barbosa Huerta pidió a los senadores de la República que el próximo magistrado del Tribunal Electoral del Estado de Puebla no tenga intereses político ni oscuros.
Señaló que el magistrado debe ser de alto perfil y conocedor del derecho, para que garantice el fortalecimiento de las instituciones electorales.
Barbosa Huerta exhortó a los senadores a que la designación que harán este jueves, se dé con reposo, con madurez, con alto profesionalismo y que permita la elección de una persona de alto perfil, conocedora del derecho en materia electoral, que no esté ligada a intereses políticos ni a intereses oscuros.
En videoconferencia, el gobernador poblano afirmó que Puebla necesita de instituciones electorales sanas y aclaró que el llamado que hace al Senado de la República no es para opinar a favor de alguno de los aspirantes, sino para que, desde ese espacio ,se garantice el fortalecimiento de instituciones como el Tribunal Electoral del Estado. Refirió que en caso contrario, esto representaría un riesgo para la transformación emprendida en la entidad.
“Pido al Senado de la República que asuma esta función de designar este espacio del Tribunal Electoral del Estado como se le caracteriza, con reposo, con madurez y con un alto profesionalismo.
"Por eso llamo a las dos senadoras, Nancy De la Sierra Arámburo, y Nadia Navarro Acevedo, y al senador poblano Alejandro Armenta Mier, para que busquen que el nuevo integrante del Tribunal Electoral sea una persona de alto perfil, conocedora del derecho en materia electoral y que no esté ligada a intereses políticos, intereses oscuros, sería muy riesgoso que designaran por intereses personales y políticos a una persona de riesgo”, destacó.
Además, reiteró su respeto al Senado de la República y reiteró que en Puebla “estamos trabajando para lograr esas transformaciones y no seremos un gobierno que use recursos públicos a favor de nadie”.
También recordó que a través de las reformas político-electorales de 2013 y 2014, se otorgó al Senado la facultad para el nombramiento de los magistrados electorales, misma que tuvo como objetivo garantizar la independencia de los titulares de los tribunales electorales y para frenar el control que los gobernadores ejercían sobre estos órganos.
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