Quien anda muy sentido en Colima, nos platican, es el exgobernador Mario Anguiano Moreno (PRI), pues se queja amargamente de que su administración y la del actual mandatario, Ignacio Peralta Sánchez (PRI), no son medidas con la misma vara. Nos explican que, desde 2018, don Mario fue inhabilitado por el Congreso local para ocupar cargos públicos por 14 años y debe cubrir una multa de más de 515 millones de pesos —que hasta ahora no se sabe cómo pagará— por solicitar un crédito irregular. Ahora, acusa al gobierno de don Ignacio de comprar en 170 millones de pesos el predio de La Campana para un parque, el cual a él se lo habían ofrecido en 90 millones de pesos por más área de terreno; además, dice que los 200 millones de pesos que don Ignacio solicitó para comprar los terrenos de la XX Zona Militar se usaron para otra cosa y nadie lo investiga. Con esos amigos, para qué quiere uno enemigos.

Las pedradas están “de a peso” entre alcaldes de Sinaloa

Desde Sinaloa, nos comentan que como patada al hígado le cayó al alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres (Morena), la recomendación que hizo su homólogo de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro (Morena) de no visitar la zona turista de restaurantes de Altata (en Navolato) y Mazatlán por la ola de contagios de Covid-19. Nos dicen que, para no entrar en polémica, don Guillermo quiso ser diplomático y habló maravillas de su tierra, dijo que está abierta a todos los visitantes y agregó que él no va a ser como “otros”, al cerrar discotecas, bares y centros nocturnos, ni al prohibir la entrada de menores de edad a restaurantes o cadenas comerciales, pues es decisión de cada ciudadano asumir su cuidado, lo que dejó a más de uno con el ojo cuadrado ante el contexto del alza de contagios. ¡Qué tal!

¿Convencerán a los pueblos en rebeldía de vacunarse?

A quien metieron en aprietos en Chiapas, nos cuentan, es al secretario de Salud estatal José Manuel de la Cruz Castellanos, pues fue flor de un día la estrategia de vacunación “2+1”, con la que se pretendía que jóvenes mayores de 18 años se vacunaran si llevaban a dos personas mayores de 40 años o más. Nos dicen que el gobierno federal ordenó cancelar el programa y en su lugar apostar por una vacunación universal para mayores de 18 años, la cual se va a llevar a comunidades marginadas y apartadas, situación que no fue muy del agrado de todos, sobre todo de los jóvenes, pues lo que el gobierno federal no consideró es que hay muchos poblados indígenas, como San Juan Cancuc, donde desde hace un buen tiempo advirtieron que no aceptarán el biológico contra el coronavirus, y otros pueblos en rebeldía, como los zapatistas, donde no quieren nada que huela a gobierno. A ver si el plan no sólo queda en un paseo de vacunas por el territorio chiapaneco.