Villahermosa.— “¡Estamos hasta la madre de tantas muertes; queremos justicia!”, gritó Agustín Córdoba Magaña, hijo de don Salvador Córdoba Díaz, de 75 años, quien murió ayer en el Hospital Regional de Pemex en Tabasco, víctima de la misma bacteria que afecta a las personas que les suministraron el medicamento llamado heparina sódica y que estaba contaminado.
A don Salvador no se le aplicó el medicamento. Sus familiares relataron que él llegó al hospital para un cambio de catéter y una transfusión de sangre.
Su ingreso fue el 15 de febrero y fue hasta el día 20 que lo subieron a quirófano, y luego fue enviado a terapia intensiva.
“El día 22 de febrero le hicieron unos cultivos, análisis de sangre y de orina y le detectaron una bacteria que adquirió en el cambio de catéter”, relató Agustín.
“Me dijo el doctor que era desconocida [la bacteria] y no sabían cómo había llegado ahí. Después de varios días me dijo que no era una, sino cuatro bacterias y ya fue que nos enteramos que eran las mismas bacterias que tenían los que habían sido inyectados con heparina sódica, pero a mi papá no se la inyectaron, sino que en el catéter nuevo que le pusieron estaba. Se contaminó también” acusó el hijo de don Salvador, originario del poblado Sánchez Magallanes, municipio de Cárdenas.
Explicó que ya acudió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) a interponer una queja por negligencia médica, y advirtió que la muerte de su padre no quedará impune, por lo que hizo un llamado a las autoridades a poner orden en el hospital.
“Esto es un error humano de las personas que compraron ese medicamento; las personas que los metieron a las bodegas donde estaba lo de hemodiálisis y diálisis y ahí se contamino todo.
“Esto no se puede quedar así, tiene que llegar hasta las últimas consecuencias. El pueblo está consternado con tantas muertes que ha habido por un error humano”, afirmó.
En tanto, los restos de doña Marina Sánchez González, de 49 años, y de Baldemar García Flores, de 77, quienes fallecieron el martes, víctimas de la heparina sódica contaminada, fueron velados ayer por sus familiares en sus domicilios y se tiene previsto que hasta hoy sean sepultados.
Otro de los problemas en el Hospital Regional de Pemex es que, de acuerdo con versiones del personal, no hay nefrólogos que puedan atender a los pacientes que aun permanecen hospitalizados, debido a que solo acudió uno de la Ciudad de México al inicio de esta crisis hospitalaria, pero ya retornó.
Hasta el momento, por esta crisis el hospital tiene dos demandas penales ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por la muerte de derechohabientes, mientras que la petrolera se ha limitado a señalar que investigan lo sucedido.
De acuerdo con fuentes consultadas, por la muerte de las cinco personas por el suministro de heparina sódica contaminada, en la FGE sólo se han abierto dos carpetas de investigación, una correspondiente a Marina Sánchez González y la otra de Feliciano Sánchez Osorio.