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Torreón.— Una exhumación masiva de al menos 116 cuerpos no identificados, que fueron enterrados entre 2004 y enero de 2012 en el panteón 2 de Torreón, inició ayer por parte de autoridades estatales, la Comisión Nacional de Búsqueda y un grupo de expertos de Guatemala.
Yezka Garza, coordinadora del Centro Regional de Identificación Humana, explicó que se trata de una búsqueda forense con fines de identificación y ésta será la primera de tres exhumaciones masivas que se realizarán en Coahuila este año.
Ahondó que tras una prospección del equipo de arqueología, se determinó en este panteón un mapa de 30 fosas donde se presume hay inhumados 116 cuerpos. Agregó que el equipo de arqueología determinó coordenadas y cuadrantes, pero no descartó que también tenga que existir una búsqueda de fosas.
En este lugar se presume que está el cadáver de Cosme Humberto Alarcón Balderas, quien desapareció el 5 de mayo de 2011 en Torreón, y que desde 2018 su madre, la señora Marcela Balderas, lo identificó en fotografías al tener acceso a una averiguación previa sobre un homicidio.
Su hijo, menor de edad, era empacador en un supermercado. Fue asesinado el mismo día que desapareció y pese a que en su momento la madre lo buscó en anfiteatros, las autoridades no lo entregaron porque, supuestamente, no cumplía con la descripción de edad que daba la madre.
El joven fue enviado a la fosa común, donde las autoridades lo perdieron, pues se desconoce en qué fosa fue enterrado.
“No se sabe dónde está”
La falta de información por parte de los panteones ha impedido tener una ubicación exacta de la fosa y por eso no se ha recuperado el cuerpo”, reconoció el fiscal de Personas Desaparecidas en Coahuila, José Ángel Herrera.
Antes de esta exhumación masiva se habían realizado dos procesos en el mismo panteón, pero no se localizó el cuerpo de Cosme Humberto.
“No se ha dado resultado en nada, fue un largo caminar para encontrar esta respuesta ante las autoridades”, denunció la señora Balderas.
La madre, integrante del colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec), estuvo acompañada por más compañeras, quienes leyeron un comunicado en el que pidieron la renuncia del fiscal José Ángel Herrera y denunciaron que el caso de Cosme es uno de los cientos que evidencian las sistemáticas violaciones a los derechos humanos que cometen las fiscalías estatales y la federal, en las que, dijeron, también tienen responsabilidad las instituciones forenses, así como gobiernos municipales que son los encargados de los panteones.
Las familias también exigieron revisar los expedientes de cuerpos sin identificar en fosas comunes, así como la recuperación de restos en fosas clandestinas.
Marcela Balderas, por ejemplo, tenía indicios de que los restos de una persona asesinada correspondía a los de su hijo; sin embargo, tardó meses en acceder a la carpeta de investigación y mirar las fotografías.
Al respecto, el fiscal aseguró que hay apertura “total” de la dependencia para que las familias accedan a los archivos y a toda la información concerniente a cadáveres sin identificar.
Afirmó que anteriormente se había hecho un trabajo en el que los colectivos acudieron al área de servicios periciales para mostrar las fotografías que se tomaron en su momento de cadáveres sin identificar, tanto en el lugar de los hechos como en necropsias.
Continuarán exhumaciones masivas
Yezka Garza, coordinadora del Centro Regional de Identificación Humana, dijo que para mayo o junio se proyecta una exhumación masiva en el panteón 1 de Torreón, donde tienen registrados 250 cuerpos, y para septiembre se prevé otra exhumación en el panteón La Paz de Saltillo.
Garza comentó que serán 21 días consecutivos en los que se trabajará en el panteón 2, con cuatro equipos de recuperación que lo componen dos arqueólogos, un criminólogo, un asistente y dos excavadores.
“Tenemos más de ocho meses trabajando con la fundación de antropología forense de Guatemala, expertos que tienen 25 años haciendo trabajos de exhumación e identificación”, mencionó sobre el apoyo.
Ahondó en que una vez recuperados los cuerpos o restos, se procederá con la cadena de custodia, embalaje y traslado al Centro de Identificación, donde se tienen los laboratorios y antropólogos que hacen los dictámenes y obtendrán cuatro muestras de ADN.
“Tenemos programado procesar 500 muestras óseas este año que se suben a una base genética donde están los perfiles referenciales de las familias agrupados por núcleos familiares”, explicó.
Dijo que están preparados con un camión Thermo King para refrigerar y una unidad móvil en caso que se encuentren cuerpos con tejido, aunque pronosticó que la mayoría se encontrarán esqueletizados.
Aclaró que los cuerpos no se volverán a enterrar, sino que se llevarán al Centro de Identificación en Saltillo, donde hay espacio de resguardo, un panteón forense con nichos individuales que permite albergar hasta 720 cuerpos, además de una cámara de refrigeración que resguarda hasta 200 cuerpos.
El fiscal de Personas Desaparecidas comentó que en la entidad más de 700 cadáveres no identificados fueron inhumados en fosas comunes, y 60% fueron enterrados en los panteones de la región Laguna.