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Cinco años después de que grupos comunitarios decidieron tomar las armas en Michoacán para defenderse de la delincuencia organizada, especialistas en temas de seguridad señalaron que México no ha mostrado avances en el fortalecimiento de sus policías estatales y municipales, por lo que las autodefensas siguen siendo necesarias en algunos puntos de la República.
Aunque advirtieron sobre la descomposición de las autodefensas —algunos de sus miembros han incursionado en el crimen organizado—, coincidieron en que son un mal necesario por la falta de capacidad del gobierno para hacer frente a bandas delictivas.
“Hay autodefensas bastante legítimas y están muy apoyadas por la población. Esto sucede en zonas indígenas como Oaxaca, Chiapas e incluso en Michoacán, donde han contado con bastante credibilidad porque se dedicaban a combatir el crimen organizado y el gobierno no tenía ninguna capacidad para enfrentar a estas bandas”, señaló Raúl Benítez Manaut, integrante del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.
En su edición de ayer, EL UNIVERSAL informó que en México hay unas 50 autodefensas distribuidas en Guerrero, Michoacán, Veracruz, Morelos, Tamaulipas y Tabasco; se trata de estados donde, según información de la Secretaría de Gobernación (Segob), hay menos de dos policías preventivos estatales por cada mil habitantes.
Estados más críticos. El estudio Modelo Óptimo de la Función Policial reveló que en 2018 la situación más crítica estaba en Michoacán, Veracruz y Morelos, donde había 0.7 policías preventivos estatales por cada mil habitantes; en Guerrero, 0.9; en Tamaulipas, 1.1, y en Tabasco, 1.9.
De estas seis entidades sólo Tabasco superó el estándar nacional mínimo de fuerzas policiales, que fue de 1.9 policías por cada mil habitantes. La Segob detalló que en Veracruz 19% de sus agentes estatales no aprobaron los controles de confianza; en Guerrero fue 16%; en Michoacán, 15%; en Tabasco, 14%; en Tamaulipas, 5%, y en Morelos, 3%.
Causa en Común es una organización que también se ha dedicado a investigar las condiciones en las que operan los policías. Respecto a los controles de confianza, la ONG señaló en su Índice de Desarrollo Policial 2018 que “todas las corporaciones (estatales y federal) incumplen con la ley porque tienen elementos operativos sin control de confianza vigente”.
Para los especialistas la ausencia de evaluaciones internas merma la fortaleza de las instituciones de seguridad, por lo que no pueden realizar sus labores correctamente. Es en este contexto que los ciudadanos se arman y salen a las calles a defenderse por sí mismos.
“En algunos pueblos, por los vacíos que dejó el Estado, las autodefensas se siguen viendo como necesarias. En Oaxaca, por ejemplo, hay especies de servicios sociales comunitarios donde los jóvenes, sin armas, están vigilando la entrada de un pueblo, lo cierran y la gente vive tranquila. Sin embargo, si no hacen eso la delincuencia organizada se les puede meter porque la policía no tiene recursos ni elementos para estarlos cuidando”, aseveró Benítez Manaut.
Por su parte, Martín Barrón Cruz, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), consideró que “en algunas regiones siguen siendo necesarias las autodefensas, el problema es que no hay policías, ya nadie quiere ser policía por los riesgos que implica”.
Pidió que si estas agrupaciones estarán activas, se implemente un mecanismo para regular sus actividades: “El gobierno debe estudiar cada región y determinar cuáles son sus necesidades, sólo así logrará establecer un marco legal y brindar seguridad a todos”.