Michoacán.- Casi un centenar de familias de distintas localidades de los municipios de Aquila y Coahuayana, han sido desplazadas por la violencia que ha generado en los últimos días el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Evangelina Contreras Ceja, del Colectivo “Desaparecidos de la Costa y Feminicidios de Michoacán”, informó que tan solo en los últimos días, cerca de 160 personas, han tenido que abandonar sus hogares, por la violencia que hay en sus localidades.
“Estas personas no solo son desplazados, sino que también les asesinaron familiares o tienen familias desaparecidas”.
Señaló que a pesar de que presentaron denuncias, no fueron atendidos por las autoridades.
“Cuando fuimos a verlos, decidimos botear y pedir apoyo en las carreteras, porque había muchos niños llorando de hambre y estaban durmiendo en el piso; no tenían ni si quiera un cartón para tenderse”, narró, Eva Contreras.
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La activista, detalló que as víctimas de desplazamiento, presentaban en todo su cuerpo, picaduras de mosquitos, con el riesgo de contraer dengue.
“Y se espera que haya más familias desplazadas, porque Coahuayana ya se convirtió en un centro de refugiados de varias partes. Antes teníamos documentadas mil 385 personas refugiadas y todavía nos faltan las 158 familias más”, advirtió, Contreras Ceja.
Integrantes del colectivo, habitantes de la cabecera municipal y la Guardia Comunitaria, son quienes han apoyado a las familias desplazadas, ante la falta de autoridades y el aumento de la violencia.
“Por eso, junto con los habitantes de Coahuayana, tuvimos que salir a las calles a pedir dinero, cobijas, ropa, pabellones y alimentos, ante el aumento de este fenómeno de desplazamiento forzado por violencia”.
El más reciente ataque, dejó en La Presa, localidad de Coahuayana, nueve policías comunitarios asesinados a sangre fría, por esa organización criminal.
En ese ataque armado, los criminales que ingresaron por el estado de Colima, usaron explosivos, rifles de alto poder y artefactos con gases químicos y venenosos.
Además de los nueve policías comunitarios asesinados, siete más quedaron heridos y requirieron hospitalización, ante la gravedad de sus lesiones.
Los habitantes y la Policía Comunitaria, tuvieron que enfrentar solos al grupo fuertemente armado, porque ninguna autoridad los protegió, reclamaron.
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En un documento al que tuvo acceso este medio de comunicación, el Concejo Ciudadano de Seguridad de Coahuayana y la comandancia de la Policía Comunitaria, denunciaron que desde hace más de 10 años, ese municipio ha estado abandonado por los gobiernos y por las comisiones, estatal y nacional, de Derechos Humanos.
Recordaron que el asedio criminal y la colusión gubernamental con los grupos delictivos, fue el motivo que los orilló a levantarse en armas y defender a sus familias.
El documento reitera que, contrario a lo que han señalado los grupos criminales y algunas autoridades coludidas con la delincuencia, “el pueblo de Coahuayana no es un cártel”.
La misiva, también enfatiza que ninguno de los integrantes del Concejo Ciudadano, así como de la Guardia Comunitaria, tiene antecedentes penales u órdenes de aprehensión en su contra, ya que siempre se han conducido dentro de la ley.
“Somos seres humanos que nos hemos tenido que organizar, que defender y que proteger a nuestras familias, solos; porque si fuéramos delincuentes, seguramente el gobierno nos defendería; pero como no lo somos, nos abandonan”, cita el texto.
ANTECEDENTE
Hasta hace unos meses, el ayuntamiento de Coahuayana, había puesto en marcha programas de ayuda para las víctimas de desplazamiento e insistido para que los organismos de Derechos Humanos y las autoridades de otros niveles de gobierno, voltearan su mirada a ese municipio.
El Concejo de Seguridad, las organizaciones y habitantes, denunciaron que ahora, el nuevo gobierno municipal, que entró el pasado 1 de septiembre, se ha desentendido de eso.
Incluso, denunciaron, que el actual alcalde, también les dio la espalda en los temas de seguridad, lo que hará más compleja la recuperación de la paz y la tranquilidad.
EL UNIVERSAL buscó al presidente municipal, Andrés Rafael Aguilar Mendoza (PRD), para conocer su versión y respondió con silencio.
LL