Con decenas de danzantes tradicionales, se llevará a cabo en el municipio poblano de Atlixco el tradicional Atlixcayotontli , una fiesta de costumbres y tradiciones que se realiza desde hace varias décadas.
Danzantes de las tres regiones que convergen La Región del Valle, La Región de La Tierra Caliente y la Región de los Volcanes (también conocida como la región de la Sierra Nevada), se concentrarán en este pueblo mágico asentado en 15 kilómetros de la capital poblana.
El colorido de los trajes y de las máscaras típicas que invadirán las calles de Atlixco este domingo, estarán acompañados por una serie de eventos que destacan la gran tradición, costumbre, cultura y gastronomía.
También estarán los danzantes de municipios como La banda de Santa María Nenetzintla, Axocopan, Huizos, Solareñas, Chinas y Charros, los Pilolos de Huaquechula y los Voladores de Cuetzalan.
Este año tendrá como invitado al estado de Hidalgo, por lo que se hará la presentación oficial del rescate del Fandango Santalucero, de Santa María Cosamaloapan, el cual se había mantenido en el olvido.
Fue hasta el año pasado cuando se rescató y presentó en el Huehue Atlixcayotl; se trata de un baile donde el Padrino lleva un guajolote a la cabeza y canta el Fandango Santalucero, feliz por el matrimonio que se celebrará.
Al casamiento se dirige a la congregación que hace dos filas de ambos sexos que se irán encontrando cara a cara. El Casamentero matrimonia a los animales y los participantes los imitan: gallos, zopilotes, buitres, etc.
Cantan melodías chuscas a la suegra y otras que defienden a la nuera. Los hombres durante el rito de bodas llevan el pecho descubierto, luego invitan al público al banquete mientras bailan las piezas.
Previo a este evento se dará una llamada a la fiesta con el tradicional Convite, con chirimía, tarola y huehuetl, donde forman una doble fila compuesta por seis hombres y seis mujeres: charros de pie y chinas atlixqueñas. Aparecen danzando las “mojigangas” (títeres descomunales).
Las mujeres llevan sus canastos de frutas y flores en la cabeza, y los charros sus botellas de mezcal adornadas con papel picado de china.
Al bailar improvisan un diálogo festivo para convidar al público al banquete: Las chinas ofrecen sus frutos y los charros reparten el mezcal en cubos de carrizo.