El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores , acusó al alcalde con licencia de Chilpancingo , Marco Antonio Leyva Mena , del quebranto financiero por el que atraviesa el municipio y se deslindó de haberlo presionado para que abandonara la presidencia municipal.
Sostuvo que sus declaraciones “son distractores por el desfalco que hay en el ayuntamiento de la capital del cual es responsable”.
Aseguró que la salida del alcalde se debió a la ingobernabilidad que generó y que originó que, integrantes de la LXIII Legislatura local, iniciaran un juicio de revocación de mandato, a petición de organizaciones empresariales y de la ciudadanía, “por eso, él pidió licencia para evitar que llegara la revocación de su mandato por el pleno Legislativo”.
Añadió que no tiene ninguna diferencia con Leyva Mena, “yo no le dije que pidiera licencia, él pidió licencia derivado de una gran cantidad de conflictos que generaron inconformidad en Chilpancingo”.
En ese sentido, aseguró que el presidente municipal debe responder por el quebranto financiero que, según aseguró que está a la vista aún cuando no dio a conocer el monto del mismo.
También negó que él haya propuesto como titular de la Secretaría de Seguridad Municipal a Esteban Espinosa, ahora destituido por no haber aprobado el examen de control y confianza, como lo declaró Leyva Mena y negó que el funcionario haya sido jefe de escoltas de su esposa Mercedes Calvo.
msl