Tras los asesinatos de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora , junto al guía de turistas Pedro Palma y el joven Paul Berrelleza el 20 de junio de 2022 en la comunidad Cerocahui, Chihuahua, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó que otorgó medidas cautelares a 11 integrantes de la comunidad jesuita, tras considerar que se encuentran en una “situación de riesgo de daño irreparable, grave y urgente”.
De acuerdo con el documento difundido por la CIDH, a siete menes de estos hechos continúa la impunidad ya que el perpetrador no ha sido detenido y la violencia en la región “es incesante y el riesgo subsiste”.
Por ello, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), junto con el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, AC (CEDEHM) y Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos (COSSYDHAC), solicitaron medidas cautelares a la CIDH.
En su resolución, la CIDH advirtió sobre la situación de violencia e inseguridad que afecta especialmente a las comunidades de la Sierra Tarahumara, Chihuahua.
Además, consideró que aún no se ha implementado un esquema de seguridad idóneo y efectivo para proteger a las personas en riesgo y estimó que la impunidad imperante aumenta el peligro que enfrentan los religiosos.
En específico, la CIDH solicita al Estado mexicano a que adopte medidas para proteger la vida e integridad personal de las personas beneficiarias; así como aquellas medidas que les permitan continuar realizando sus labores pastorales y de defensa de derechos humanos, sin ser sujetos a más actos de amenazas o violencia.
“Para ello, la CIDH llama al Estado a concertar las medidas con la participación de la comunidad jesuita y sus representantes”.
También, pide al Estado que “le informe de las acciones para investigar los homicidios de Cerocahui y con ello prevenir su repetición, entendiendo que si no hay consecuencias legales por esos eventos se asentaría un mensaje de permisividad frente a la violencia en la región”.
El 20 de junio del 2022 los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquin Mora, así como el guía de turistas Pedro Palma, fueron asesinados dentro de la iglesia del poblado de Cerocahui, presuntamente por José Noriel Portillo Gil alias "El Chueco".
Hasta este día, no se ha detenido al presunto responsable, ni tampoco se ha garantizado la seguridad en la Sierra Tarahumara de Chihuahua.
Ante esto, la Compañía de Jesús hizo un llamado al nuevo fiscal de la entidad, César Jáuregui Moreno, para que se atienda la crisis de inseguridad en esa región.
Con información de Paola Gamboa
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