Nuevo Casas Grandes.— El 23 de septiembre de 2009, Norberto Miranda Madrid El Gallito fue asesinado al interior de las instalaciones de Visión en Nuevo Casas Grandes, Chihuahua.
Esa tarde, él estaba fumando un cigarro junto con su hermano, también periodista, cuando hombres armados llegaron al lugar preguntando directamente por él. Norberto se identificó y, acto seguido, recibió varios impactos de arma de fuego que acabaron con su vida.
Aún se desconoce el móvil del crimen y no hay certeza de que haya detenidos.
Norberto era uno de los periodistas más queridos de Nuevo Casas Grandes y alrededores.
Su tradicional frase “Sin pelos en la lengua” lo caracterizó entre los demás comunicadores, y fue su valentía de informar con la verdad lo que lo llevó a ganarse la confianza de la gente, recuerdan su esposa y sus tres hijos, una mujer y dos hombres, quienes prefieren reservar sus nombres por motivos de seguridad.
Además de ser periodista, Norberto se desempeñó como abogado, lo cual le dio la oportunidad de incursionar en la política; primero en el Partido del Trabajo (PT), con el cual se postuló para presidente municipal, y después fue miembro activo del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Llegó a ser presidente del partido en Casas Grandes y candidato a diputado.
“La gente lo conoció por la radio local, como duró bastantes años en la radio la gente lo conoció por ese medio y por su apodo, El Gallito, porque mi tío también trabaja como reportero y le dicen El Gallo”, explica en entrevista su hija mayor.
“Había siempre transparencia en él, la gente que lo conoció habla de esto que lo caracterizaba. Él decía que no tenía pelos en la lengua, era algo que lo caracterizaba y a él le gustaba ser así. Siempre dijo: ‘No tengo pelos en la lengua’ y sí era crítico, hablaba con la verdad, por eso era tan conocido. Se ganaba a la gente”, añade su hija.
Aunque han pasado más de 4 mil 745 días del crimen, en sus rostros aún se refleja el dolor cuando recuerdan lo sucedido. La familia asegura que Norberto no había sido amenazado y hasta el momento no saben cuál sería el móvil del crimen.
“Son 13 años, podemos recordar muchas cosas muy bonitas que vivimos con él. Como padre de familia fue un gran padre para cada uno de mis hijos; como esposo fue una persona amada, responsable, trabajadora, disciplinada. Amaba su casa, amaba a su familia, todos esos recuerdos embargan nuestro corazón”, relata su esposa.
Uno de los hijos varones de Norberto tenía 11 años cuando su papá fue asesinado.
“Fue una experiencia en el sentido traumático al principio, fue un impacto increíble en el sentido de decir ‘pasó esto y tu papá no va a regresar’, es algo que te marca”, recuerda.
“Mi papá era una persona muy derecha, una persona que realmente ahora muy poco se encuentra en la sociedad. Una persona muy pulcra en el trabajo, dentro de casa y afuera. Yo a lo mejor no tuve mucha relación con su trabajo, pero sí veía a la gente, la confianza que le tenía a El Gallito. Era una persona segura de sí misma, que sabía lo que quería y para dónde iba”, comenta sobre su padre.
La familia explica que no acostumbra realizar eventos para recordarlo, ya que, aseguran, aún es una fecha difícil de asimilar.
“Los primeros años son muy duros, probablemente cuando sucede de cualquier manera, pero nos impactó completamente, cambió nuestro estilo de vida, nuestra familia. De la noche a la mañana no estaba la persona que sustentaba el hogar, que lo guiaba, fue algo que estremeció nuestras vidas y que nos ha cambiado para siempre, y a pesar de los años es difícil, ha sido una forma de vida distinta a la que uno sueña o planea”, expone su hija.
La familia aún vive con miedo por lo ocurrido; sin embargo, los alienta el recuerdo de El Gallito en cada una de las personas que lo aprecian y se acuerdan de él en Nuevo Casas Grandes.
“Yo sí quiero decir que es un orgullo ser hija de Norberto. Todavía, donde estamos, donde vamos, quien lo conoció y te presenta dice: ‘Ella es hija de él’. Hay algo muy bonito que él sembró en Nuevo Casas Grandes y en la región, y sí es un orgullo ser su hija y que la gente lo haya conocido transparente, como era.
“La semilla que él sembró la hemos cosechado de muy buena manera, la gente nos quiere, nos aprecia por el trabajo que él hizo”, asegura.
Sandra Lorena Ontiveros era compañera de Norberto en Radio Visión Casas Grandes, el último medio de comunicación en el que laboró el periodista.
Recuerda que el 23 de septiembre de 2009, alrededor de las 19:00 horas, se encontraban en las instalaciones de la radio con Norberto. Le sugirió terminar el día y se retiró; él decidió quedarse unas horas más.
“A los pocos minutos que me voy me llama una muchacha de acá atrás [de Radio Visión] y me avisa de lo que pasó aquí adentro”, detalla Sandra. Cuenta que tras el asesinato de El Gallito, la radiodifusora paró sus labores un año, ya que la vida de quienes trabajaban en la emisora dio un giro radical.
“Paramos un año. Nos fuimos de aquí, de la ciudad, a Sonora, ahí estuvimos un año y después regresamos. Fue por miedo porque ya había pasado lo que había pasado aquí adentro y pues no nos podíamos arriesgar a seguir. Nunca supimos de dónde vino o por quién vino [el asesino]. Nadie de los que laboramos aquí sabemos por qué”, dice la periodista, quien desde 2007 trabaja para Radio Visión Casas Grandes.
En cuanto a las autoridades, señala que en aquel entonces se acercaron para realizar sus investigaciones, pero nunca se les notificó sobre algún detenido o móvil del crimen.
Aunque el asesinato ocurrió dentro de las instalaciones de Radio Visión, los periodistas que trabajaban en el medio, en aquel entonces y actualmente, nunca han recibido algún tipo de protección por parte de las autoridades de seguridad.
“Cuando regresaron al mismo edificio, un año después, estuvieron solos, nunca han tenido apoyo por parte de ninguna autoridad”, refiere.
A 13 años de distancia, el trabajo en la radiodifusora continúa, pero de manera diferente. El caso sí impactó, pues por cuestiones de seguridad decidieron dejar de cubrir ciertos temas.
En la experiencia de los comunicadores de Nuevo Casas Grandes, existen muchas limitaciones para poder realizar el ejercicio periodístico, debido a que muchos son agredidos o se les impide realizar su trabajo incluso en la vía pública.
Ante esto, los periodistas locales piden a las autoridades de todos los niveles de gobierno protección para garantizar la realización de su trabajo y que el crimen de su compañero no quede en la impunidad.
“A nosotros nos tocó sufrirlo. Que no queden en impunidad, que nos den protección y que nos den más el derecho de informar, que no nos coarten la libertad de expresión. Que nos den más protección a los periodistas, porque sí hemos visto cómo las autoridades nos tienen en el olvido”, expresa Sandra, quien hasta este día sigue su lucha por informar en esa región de Chihuahua, ya que, asegura, alguien tiene que decir las cosas.
La defensa por la libertad de expresión es una petición a la que se suma la familia de Norberto.
“Hay que cambiar nuestras leyes en México, porque existe un artículo que da libertad de expresión, pero todos sabemos cómo se maneja la libertad de expresión y cómo es manipulada. Cuando hay gente que quiere y realmente desea expresarse sucede lo que vivimos nosotros”, comenta su hija.
“Todos deberíamos tener el respaldo para que podamos utilizar la libertad de expresión, hay un día para festejar la libertad de expresión y a mí, desde que vivimos esto, me parece vergonzoso que México presuma que tiene libertad de expresión, porque los medios son manipulados, pienso que desde el trasfondo donde hacen leyes necesitamos un cambio, necesitamos alguien que nos represente y que diga ‘tenemos que hacer valer la voz de los mexicanos y, sobre todo, de los medios de comunicación’”.
Sobre las investigaciones por el asesinato de Norberto, su familia recuerda que al inicio se realizaron algunas investigaciones en las que, incluso, intervino el gobierno federal, pero nunca tuvieron información oficial de que hubiera algún detenido.
“Estuvieron en la casa [autoridades], estuvieron investigando. Muchos protocolos; primero municipalmente, luego del estado, gobierno federal, pues nos hicieron sentir que estaban preocupados por la situación. Luego, en alguna ocasión, familia de nosotros nos comentó que habían capturado a presuntos asesinos de nuestro papá, pero legalmente nosotros nunca recibimos una notificación, nunca nos han dicho nada”, aseguran los familiares del periodista.
Conforme fue pasando el tiempo, ya no se tuvo respuesta ni información por parte de las autoridades.
La Alianza de Medios MX solicitó la versión de la Fiscalía General del Estado (FGE) en Chihuahua para conocer los avances en la investigación del caso, pero hasta el cierre de este reportaje no hubo respuesta.
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