Xalapa.— El periodista veracruzano Jacinto Romero Flores fue asesinado a tiros la mañana de ayer jueves, cuatro meses después de haber denunciado amenazas de muerte en su contra.
Contaba con medidas de protección, pero no con escolta.
El reportero de la cadena de radio Oriestéreo fue atacado a tiros en el municipio de Ixtaczoquitlán, en la zona montañosa central, donde hay elevados índices delincuenciales.
Romero Flores circulaba a bordo de su vehículo, con logotipos de prensa, sobre el bulevar Reforma cuando fue atacado a la altura del puente de la comunidad de Potrerillo Pueblo.
Había recibido amenazas de muerte por información periodística de un municipio serrano. De acuerdo con sus compañeros, recibió una llamada tras reportar abusos policiales en el municipio de Texhuacán, en la sierra de Zongolica.
“En Orizaba el día que se te ocurra tomarte en serio practicar la libertad de expresión hasta ese día llegaste, te van a llamar con un teléfono prestado, escucharás del otro lado un acento costeño y te va a decir: ‘a ver si le vas bajando de huevos, ¿eh? Tas avisao, cabrón’”, escribió Jacinto Romero Flores, en sus redes sociales.
La víctima era uno de los periodistas de la vieja guardia que conocía como pocos la región de Orizaba y la sierra de Zongolica, en la zona montañosa central del estado de Veracruz.
La Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) lamentó y condenó los hechos, al tiempo que demandó a la Fiscalía General del Estado el esclarecimiento del crimen, así como la activación del protocolo de investigación en razón de su labor periodística.
El organismo anunció que brindará atención y acompañamiento jurídico a la familia de Jacinto Romero Flores.
El gobernador Cuitláhuac García Jiménez lamentó el crimen y se comprometió a dar con los responsables.
En marzo de 2020 fue asesinada la periodista veracruzana María Elena Ferral; en septiembre del mismo año fue atacado a tiros y falleció el periodista de nota roja Julio Valdivia.