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Chihuahua.— El 9 de abril, el comandante de la Policía Ministerial, Rodrigo Ibarra, y el agente Alejandro Sotelo desayunaban en el Burrito Loco, un pequeño puesto a la orilla de la carretera, a un costado de un minisúper y una gasolinera. La cotidianidad del lugar se vio interrumpida por el estruendo de las ráfagas de al menos dos rifles.
No pudieron defenderse, ni siquiera lograron sacar sus armas, desde dos camionetas les dispararon y murieron de forma instantánea. “Fue un ataque cobarde”, dijo el fiscal estatal César Peniche en el funeral.
Ocho policías estatales han sido asesinados en un mes en Chihuahua, y otros 10 han resultado heridos. Los 18 elementos fueron emboscados, todos recibieron los impactos de bala de forma inesperada, mientras esperaban la luz verde de un semáforo, cuando hacían guardia afuera de la casa de un funcionario, o simplemente al momento de tomar un descanso para comer.
En ese periodo fueron agredidos comandantes, agentes, y hasta parte de la escolta del gobernador (el pasado 5 de abril).
Funcionarios estatales aseguran que se trata de represalias del crimen organizado por las acciones que se han llevado a cabo para frenar el narcotráfico. El fiscal Peniche dijo este viernes que en las últimas semanas han sido detenidos tan sólo en Ciudad Juárez 18 importantes narcotraficantes, a los que se les decomisaron más de 50 armas de grueso calibre, y los ataques son una venganza de los grupos criminales que tratan de inhibir los operativos.
El pasado jueves, en la frontera un policía estatal perdió la vida y otro resultó herido luego de que fueran rafagueados. El atentado se registró cuando viajaban en un vehículo oficial por el crucero de bulevar Teófilo Borunda y esperaban que cambiara la luz del semáforo. Varios hombres los interceptaron y abrieron fuego a corta distancia, uno de los oficiales pereció de forma inmediata, se trata de Antonio Ortiz Espinoza, quien tenía 15 años de servicio, en su carrera policial recibió cinco condecoraciones por su trabajo y honestidad. El otro permanece hospitalizado, su estado se reportó como delicado.
Horas más tarde, en la capital, otro ministerial era acribillado a bordo de una patrulla, muy cerca del cuartel general de la fiscalía, conocido como C4. Según las primeras versiones, un auto le cerró el paso y desde otro le dispararon.
La noche del miércoles varios hombres dispararon contra las instalaciones de la Fiscalía General del Estado Zona Norte.
La corporación anunció ese mismo día de la detención de Fabián Antonio “N”. El Wero, un jefe de sicarios del Cártel de Juárez, al que se le atribuye haber organizado la mayor parte de los atentados, por orden de Arturo Quintana El 80, el líder criminal más buscado en la entidad y considerado el más violento en la actualidad. El Wero es la “mano derecha” de Ariana Carrillo, La Inge, quien dirige las actividades del mencionado cártel en la capital del estado.
Los ocho agentes han tenido funerales con honores. La fiscalía informó que sus familias recibirán la pensión correspondiente, y sus hijos, dotación de uniformes y calzado, apoyo alimenticio, atención sicológica y becas escolares hasta que terminen una carrera profesional.